BAJO LAS
BANDERAS DE LIBERTAD
A WILFREDO LÓPEZ BALLADARES
Me corresponde a mí el honor, de decir unas palabras sobre este
grande hombre destacado en el periodismo nacional, prestigio de esta Ciudad
Universitaria, y con un sello de internacionalismo inigualable, como es
el caso de Wilfredo López Balladares.
Y corresponde también, a todos los periodistas noveles y a
la ciudadanía en general, y sobre todo a los que trabajamos en los talleres de
las Letras
Bellas, en reconocer los méritos de este periodista, admirado por toda
una generación digna y valiente.
Autodidacta asombroso. Que recogió con disciplina de
estudio serio, el oficio de orfebre de estas Nobles Letras, signos
agradables para nuestros sentidos, y desarrollo de la mente y normas de
conducta ante la vida y el mundo. Y este hombre, que se moldeó desde muchacho en los ásperos hornos del trabajo, como dijera nuestro gran poeta “Chorotega”,
Antenor Sandino Hernández, tuvo su propio brillo, tanto en el estudio del ámbito
social como el literario.
Quiero decirles, que yo hago contacto
con él, entre el año de 1966 y 67, tiempos aquellos en que me facilitó el libro Al
pie de la Horca del periodista y escritor Checo, Julius Fucick; época
de persecuciones en la ciudad de León a raíz del asesinato perpetrado por la
G.N., contra la vida del Br. René Carrión López, excelente estudiante del
Instituto Nocturno y Normal Universitario “Mariano Fiallos Gil” (INNU).
Y siguieron otros libros… El Vendedor más Grande del Mundo
de Og Mandino, El Manual de Filosofía del doctor en esa especialidad, Víctor
Afanasiev (el que ya lo habíamos estudiado con Jacinto Baca Jerez (*1944 +1969),
compañero de ideas y de lucha de Wilfredo López Balladares. Insistía
Wilfredo, siempre: “Hay que estudiar… pero seriamente. Hay que estudiar los cambios de la naturaleza, de la sociedad. Y
sobre todo, tu conducta frente al mundo y a la vida.”.
Afirmo aquí, que Wilfredo López, fue uno de los
periodistas que se destacó entre los más connotados de la ciudad de Managua. Oigan esto que me ha llamado la atención y refiriéndose a él, Mario
Fulvio Espinoza, maestro de generaciones, en esas maravillosas tertulias periodísticas y poéticas, de las
noches de Managua la Inolvidable en la que
se caracterizaban por la reunión de “los amigos noctámbulos” y que lo hacían de manera espontáneas y libres, para decir su sentir, y:
“Así habló el
poeta Wilfredo López Balladares y reinó el silencio en La Peña del Viejo…”.
Y me imagino yo que Will, dejó oír su voz, y lo dijo con esa voz emocionada, vibrante y clara. Todos atentos:
Y me imagino yo que Will, dejó oír su voz, y lo dijo con esa voz emocionada, vibrante y clara. Todos atentos:
“¡Oh divino néctar de
los
Dioses, sed leve y no
aleve
a mis sedienta
garganta!
Inspirad mis palabras
para que sean
una invitación a la
alegría,
al buen chiste, a la
canción bien
entonada, a la cuidadosa
descripción
de lejanías ¡Oh Baco,
que no me convierta en
un animador
de funerales!”
En estas palabras, se refleja
claramente la “vena poética” de este grande periodista. Quien iniciara sus pasos,
dicen sus amigos, allá por el año de 1950, y que nosotros, nos dimos cuenta de
su existencia, por el año de 1960-61, cuando la chavalada del sector de San
Juan de Dios y de El Laborío, llegábamos a reunirnos en la plazoleta de dicha capilla, para jugar, platicar y hasta nos atrevíamos a entrarle a la discutidera, porque ya para entonces, leíamos Bohemia (que llegaba a nuestras manos
subrepticiamente), escuchábamos los noticieros radiofónicos, por ejemplo: Nicaragua Adentro recién fundado, el 16 de febrero de 1959, con su flash de “última hora” por
Armando Quintero Martínez . O Semáforo,
“el rojo, el verde y amarillo de la información” creado por Rolando Avendaño
Sandino (RAS), el mismo, que escribió la terrible masacre estudiantil de la
tarde del jueves de 1959. Y les cuento una cosa, y hasta vendíamos “El Universitario” cuyo Jefe de
Redacción recuerdo. que era el Br. Oswaldo José Madriz (El Tigrillo), y fue aquí, en este
círculo de universitarios, que hablaban de Wilfredo López Balladares, como un
excelente periodista socialista.
Más tarde supe, que hasta participó en Cuba en la campaña denominada: “Lucha contra Bandidos”, y compartió micrófono con el Comandante
Amigo, Ernesto “Che Guevara en
Radio Rebelde, como comentarista, e incursionó también en Radio Habana, Cuba.
Después de la
masacre estudiantil, un grupo de
jóvenes que habían ingresado al Instituto Nacional de Occidente “Máximo Jerez”,
y que prácticamente eran liderados por el joven Jacinto Baca Jerez, insistían
en organizarse y golpear a los esbirros, movilizar a los estudiantes y al
pueblo, tomarse pequeños comandos y asestar golpes demoledores a los
responsables de tantos crímenes en Nicaragua. En estos círculos, que yo ya
frecuentaba, se hablaba del periodista que
luchaba bajo las Banderas del Proletariado
y de "principios inclaudicables". Para entonces nos
reuníamos en la casa de Nelson Regalado Pichardo (hombre controversial) que
ingresó al periodismo radial con el sobre nombre de “Caracolito”. Llegaba
también, Úrsula Narváez (quien guardó cárcel en el comando G.N. de León),
Carlos Ramírez, René Maradiaga Paniagua (Remar) destacado luchador leonés,
Jacinto Baca, y yo, que era el de menos experiencia, porque casi todos habían
participado en las jornadas de lucha: estudiantes-pueblo,
después de la masacre del 23 de julio. Me cuenta, Freddy Baca Jerez, hermano de Jacinto, que su hermano participó activamente en esas luchas. También, teníamos
contacto con la “Tía”, Natalia Ramos, casa de seguridad de lo más conspicuos
luchadores anti-dictatoriales y jóvenes que ingresarían y harían por siempre sobresaliente
historia en el FSLN.
El periodista
Wilfredo López Balladares, era miembro del Partido Socialista Nicaragüense
(PSN), quien es mencionado, por el historiador Rafael Casanova Fuertes y dice:
que en 1965, habían revisado los estatutos y reglamentos de dicho partido, y
nació la idea de crear un brazo armado para estar listo al momento, en que el
pueblo se sublevara y armas en mano, derrocara a la dictadura somocista. Entre
ellos se menciona a: Don Rigoberto Palma Sandoval, muy querido en esta ciudad
de León; a Abdul Sirker, Wilfredo López Balladares, admirado ya por la “Digna, Orgullosa y Valiente Generación del
60”; Álvaro Montoya Lara, Luis Sánchez (aunque César Cortés señaló en una
entrevista, que nada tuvo que ver), Julio Briceño, Federico Krauddy etc. La Comisión
Política del PSN, aprobó la creación, primeramente, del Frente de Acción
Revolucionaria Nicaragüense (FARN), para luego decidirse por el nombre de: Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Nicaragua (FARN).
En esta
ciudad, yo hice una estrecha amistad con Antonio Fajardo, dirigente sindical,
quien tenía la responsabilidad de vender el periódico obrero, “Orientación Popular”, órgano oficial del
Partido Socialista, quien me hablaba de Wilfredo, y me decía: “Mira, camarada,
el compañero Wilfredo es un prestigio para el proletariado nacional, nacido en
la comarca “El Chague”, al sur de León, y fogueado y curtido en el trabajo del
campo, pero emergió espléndidamente, como revolucionario socialista y miembro
del Partido Socialista de Nicaragua.”. Hildebrando Quintana, otro socialista
del sindicato de choferes y después de los trabajadores de la UNAN, León, me
expresaba: “Óyeme, fíjate como escribe Wilfredo López, tiene una pluma aguda,
versátil y maneja el humor perspicazmente contra la dictadura, bajo el
personaje de 'Anaximandro Pérez' y
es de nuestras filas, la del proletariado leonés”, concluía emocionado, “Hilde”.
Pero, Wilfredo López Balladares, desde 1958, ya había
participado en múltiples actividades y experiencias en acciones de lucha contra la dictadura
somocista. Se vinculó al ilustre periodista del pensamiento libre, Dr. Pedro Joaquín
Chamorro, al punto que el Cmdt. Tomás Borges Martínez,
manifestó en un homenaje dedicado a este grande periodista como Co-fundador del
FSLN. Pero, desgraciadamente ahora, él está solo y abandonado. Y reclama dolido
“Donde están mis compañeros, donde está mí partido el FSLN. Yo lo di todo… Y
ahora ¡Por qué!
¡Alguien, tiene que contestar!, diría yo, o más bien como
decía Rafael Cervantes, en aquellas famosas cartas.
Pero déjenme hablarle de una amistad, que cultivaron sólidamente dos personas: “Chuno” y “Anaximandro”, y supe después, de aquellas febriles jornadas
de su Radio periódico “La Mañana” en Radio Centro, cuyo director era Miguel de
Jesús “Chuno” Blandón, que decía, éste último en la esquina de El Sesteo, que fue
allá: una vez en el año de 1970, que encontró a un hombre flaco en la clínica
del Dr. Julio Briceño, (con una característica gorrita con que cubría su
calvicie) y le empezó a hablar del “Tren de las Seis”. Y este programa se
posesionó del primero lugar en Radio Circuito en 1972. “Chuno” se llevó las
palmas. Es un gran libretista y un gran escritor.
Y retomando el hilo,
sobre Wilfredo, si a éste se le “escarbaba” uno se encontraba, con la “vena
sensitiva de poeta”, y siempre como un trasnochador
junto a los viejos Managua, bohemios de alma y corazón. Y ahí estaba
Wilfredo haciendo hincapié sobre León y sus personajes: “Cierto, como leonés reafirmo que Grano de Maíz era pariente
del sabio erudito Alfonso Valle, pero quiero hacer la apología de una dama que,
por poeta, mística y loca, fue estimada por toda sociedad metropolitana”, se
refería, claro está, a la señorita Angelina Candia, asesinada cruelmente.
Y, así, en esas tertulias… se juntó con
aquellos noctámbulos bellos: “el maestro Ricardo Trejos Maldonado, Carlos
Ocón, Manuel Eugarrios, maestro Mario Fulvio Espinoza, Juan de Dios Tapia,
Ernesto Aburto, Chico Pinell Barrera, Ignacio Briones Torres…” Y, vamos
a dejar la puerta abierta para ver quién entra más, desde las
páginas del libro Managua la Inolvidable, del maestro de generaciones de
periodista Mario Fulvio Espinoza y de sus escritos, Monimbó “Nueva Nicaragua”.
Nosotros, tuvimos también,
noches inolvidables, en la “Banca Maldita”, que estaba ubicada frente al
establecimiento de la Casa Prío o “Capi
Prío”, cuyo propietario, era Dn.
Agustín Prío Largaespada, quien nos
deleitaba en el Parque Central o
Parque Jerez (así se le llamaba antes), con música exquisita dedicada a todos
los parque-oyentes. Se oía música y
los últimos “cuechos”, de las últimas 24 horas. Asistían: en la 2ª. época, Gustavo
“Coyunda” Cortés, Juancito Padilla, el Dr. Víctor Manuel Goussen, Robertín
Valladares, uno que le decían el “Turco” Dabú y yo, claro está, entre otros.
También llegaba a veces,
Wilfredo López, y que contaba sus anécdotas. Una de ellas, que nos hacía reír a
todos en la banca, era la siguiente. Él decía, ojalá no se disguste Fernando J.
Núñez, porque es “clavo”: que, la gente, en la ciudad de León, estaba repartida
en cuanto a opinión, refiriéndose a Fernando, sobre la amistad o no con este “leonés
de cepa”. Por un lado están los del bloque de los “roncófilos” éstos eran los que aprecian y quieren a Fernandito y él,
sin ningún género de dudas, es capaz de hacer los favores más inverosímiles y
hasta dar por ellos, su vida propia si era necesario. Pero, están los de la
otra parte, los “roncófonos”, estos,
no quieren a Fernando, y él, es capaz, de hacerles el daño más terrible, de lo que
ustedes no se pueden imaginar. Y ahí está el clavo, si no, pregúntenle a Leonel
“el líder” Arguello. Y todos los de la banca, nos soltábamos en carcajadas.
En oportunidades, Wilfredo
me invitaba a una o dos cervecitas, y nos sentábamos en la mesa marmórea (donde dice
el “capi” que allí Rubén Darío se sentaba, para firmarles los famosos vales). El
capitán Prío y en charlas interminables, nos contaba la Historia de León, anécdotas bellísimas del “León Colonial”. Y nos
decía, que tenía que manejar su “nave”, con mucho tacto, porque a veces,
bajaban pilotos “medios destartalados” “y tengo, claro está,
que recibirlos bien, para que llenen sus tanques y prosigan con su vuelo hacia
sus propios porta-aviones.” A media
noche, ya sin música, y con parroquianos adentro, llegaban los pilotos, ya
sabían que si golpeaban en la ventana, donde estaba la mesa “marmórea, se
asomaba el “Capi” ¿y preguntaba?: “que les pasa a mis pilotos, ¿andan con naves
destartaladas? Bueno, sólo dos, y a su portaaviones”.
¡Ah! Cuántas veces estuve con
Wilfredo López Balladares. Con él se aprendía mucho. “Y me decía, sólo nos
vamos a beber una o dos, te lo advierto. Pero, en esas noches inolvidables, eran
infaltables los parroquianos, que llegaban donde el “capi”, como por eje.: el
Dr. Humberto Sotomayor (cariñosamente “Terreteque”); Orlando Agüero (Agüerito)
Fernando Núñez (El Ronquito Núñez), Luis Álvares Siria, el “capitán” Parodi,
Orlando “el flaco” Useda, Reynaldo Monterrey Edén, Pedro Miranda (Vada Pinson),
y por cierto, éstos últimos, escenificaron bellísimo combates de gladiadores en
la Plaza de la Independencia (llamada así antes), con Silvio Ardila, el Loco
Terán, entre otros choferes que aparcaban sus taxis, allí, frente a la Insigne Catedral de León, pero que
a todos ellos, les rascaba por “tirarse”
al ring gigantesco de la plaza.
Wilfredo López Balladares,
con propiedad, podemos decir, que él, se consagró en el arte de la pluma: escritor
minucioso, periodista, poeta, crítico literario y de arte, polémico y defensor
de la clase obrera. Lo anterior es reafirmado por los periodistas de la
generación del 60.
Cuando Will, me llevó a
su negocio, una especie de expo-venta de libros, “Don Quijote” (o Librería), me
mostró un acopio de libros que él le llamaba, “Mis libros de Cabecera”,
sobresaliendo el genial maestro del movimiento literario del Modernismo, nuestro
Don Rubén Darío, Máximo Gorki y Julius Fucik.
Wilfredo, había ideado este
negocio, manejado admirablemente como un experto conocedor de libros. Pero
antes, ya había hecho vibrar a sus oyentes con su caracterizada locución y
temas abordados y en tempranos horas del día, con el noticiero radial “La Mañana” en una radio que dirigió
“Chuno” Blandón, conocida como Radio
Centro, en el alto del Cine Teresita,
de aquí salió en 1979 al sector de El
Chague a empuñar el fusil, en las brigadas de la Organización Militar del Pueblo (OMP) de su partido Socialista que
se había unido al FSLN. En esa brigada anduvo …Sandino. Después del triunfo de
la revolución, Wilfredo fundó en la histórica Radio Venceremos, en la que yo era su Director-Fundador, un programa de muy buena audiencia: Bajo Las Banderas de Libertad, y los
domingos, hacía un “mano a mano” con el periodista Eligio Álvarez Montalván e
invitaban al poeta Enrique de la Concepción Fonseca González, que daba gusto
oírlos. Y hago un paréntesis, para anotar: que
Wilfredo, Eligio, junto con “Chuno” Blandón, Bernardo Hernández Rojas, Armando
Zelaya Castro, Dagoberto Sáez, Edmundo Icaza Mendoza, Rafael Cervantes Bustos,
entre los que recuerdo, crearon la Asociación de Periodistas Independientes de
León (APIL), a cuya inauguración vino el Dr. Pedro Joaquín Chamorro (de la Iglesia San José 1 c. al s.), y Will…
tomó la palabra representando a los periodista de la APIL.
He de subrayar, que, desde
que se inició en el periodismo Wilfredo López, se consagró a las letras y a los
ideales del socialismo. Por lo que yo, a Wilfredo, lo admiré siempre como un
guía. Y es, hasta esta fecha, en que conservo un libro que él me lo facilitó Y
recuerdo que me dijo: “Estudia Gramática o Español, si quieres
escribir… Y si quieres 'escribir bien', entonces, Mundo, estudia Gramática todo
el tiempo, tenla como libro de cabecera.”. Igual que el libro Al pie de la Horca, él también, me facilitó Lecciones
de lenguas castellanas -Curso Superior- de G. M. Bruño, edición 1965, y que
es uno de mis libros de cabeceras, lo mismo que el Cursó elemental del año 1945.
Para ti Will:
Van mis versos…
A WILFREDO
¡Henchidos de
pechos!
En bastas
concurrencias de
Ideales,
Wilfredo López.
***
Yo, conozco a un hermano
En sus lides y sapiencia.
El que de altivez temprana
Formóse en su conciencia,
Para dar a manos llenas
El ideal de su corazón;
Cuál generación de Ciros
El amor en libertad plena
Dio para este mundo vivirlo
Y de esperanza expandir,
Como encendidos cirios
En el altar de la vida
De tantos Jacintos prendidos,
Que poblaron de Espíritus Altivos
Y que escribieron la Historia,
Con olor a Patria
Y a ideales
A trochas de montaña
A valles y cañadas
Montes y ciudades, y encendidos de Amor!
Will, para ellos:
Sí, para Jacinto Baca Jerez
y Manuel
Díaz y Sotelo,
para Carlos
Fonseca
y Silvio Mayorga
para Chico Moreno
Avilez
y René
Carrión López.
Y a los miles de muchachos
Y de muchachas
Que henchidos
de amor
como
Navarrito,
(idealizador
de estrellas luminosas),
Y como
Luisa Amanda,
Fiel hasta
la muerte,
Al lado de
Enrique Lorente,
(el de uñas
blancas),
Que
martillando su pistola
Cayó
inmolado entonando
El Himno de la Libertad.
Y para
aquella valiente mujer
(renglón
vital para el afecto,
el
trasiego
y el
abrigo),
Como
Natalia
Ramos del combativo Laborío,
(la legendaria Tía),
Y desde Villanueva (Eloísa
Altamirano),
la recordada Abuela.
Y de aquellas Leyendas
Como Heriberto Rodríguez
Que se paseó de cabo a rabo
Por las montañas,
Con el uno y con el otro.
Con Rivas Gómez
y Ramón
Raudales;
con Julio Alonso,
Julio
Velásquez,
y Tobías
Gadea.
Y a los del Chaparral,
Donde se iniciaron en el camino
Por la lucha de vivir.
Y el de morir, por la alegría de la vida.
Sí, por ellos y para ellos, Will,
Ha sido tu verbo y tu pluma
Con la que has emborronado cuartillas
y has cantado,
El canto, que otros han entonado,
Y muchos seguiremos cantando,
(hermano Will.
Y será, para que en el campo
y la ciudad, en
fusión
de ideales,
¡Brote, el broche luminoso,
en un punto
De la Patria, florecida de madroños Jubilosos!
¡Como todos ellos Will!
Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
9:00 a.m. 02-12-04. Frente a un árbol de madroño.
Donde duermo y sueño en vigilia.
EDICAMEN, León.