Y...
¡Para qué...
ahora!
*♣*
Sí, sí...
Sí, sí...
Hace meses
qué murió.
Él encarecidamente hizo
que se le prometiera:
«que no avisaran a nadie»
que no quería lloros ni hipocresías
ni suspiros ni gemidos
Y...
ahora, para qué
¡Si te estuvo esperando!
Y... para qué ahora...
¡Si quiso darte un abrazo!
Que no
avisaran a nadie...:
¡No quiero quejidos, ni soplidos fríos!
O mejor dicho: ¡llantos hipócritas!
O el lamento “guatusa”:
Que hasta engolan la voz,
-y la mejor pose se hace,-
y que “pase” o hacerse pasar
de mejor actor:
─ ¡Qué lástima. Era
buena gente!
y disparan la cervantina de genialidades...
y las carcajadas... y las alegrías...
Y ahora... para qué...
Si ya no oigo, no veo, ni siento
No vinieron
cuando él los necesitaba
y estaba en vida
y requería y precisaba
un apretón de manos
un abrazo fraterno
Y
ahora
para
qué
Edicamen
2:37 a.m. de 22 ene 17
Col. 4 de Mayo. Zaragoza.