Carta de
Bolívar a Fanny Duvillars
Carta Declamada por Fernando
José
Núñez.
16 de diciembre de 1830
Querida prima:
¿Te extrañará
que piense en ti al borde
del sepulcro?
Ha llegado la
última aurora; tengo al frente al Mar Caribe, azul y plata, agitado como mi
alma, por grandes tempestades; a mi espalda se alza el macizo gigantesco de la
Sierra, con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros sueños
de 1805; por sobre mí, el cielo más bello de América, la más hermosa sinfonía
de colores, el más grandioso derroche de luz.
Y tú estas
conmigo porque todos me abandonan; tú estas conmigo en los postreros latidos de
la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia.
Adiós Fanny.
Esta carta,
llena de signos vacilantes, la escribe la misma mano que estrecho la tuya en
las horas del amor, de la esperanza y de la fe, ésta es la letra que iluminó el
relámpago de los cañones de Boyacá y de Carabobo; ésta es la letra escritora
del Decreto de Trujillo y del mensaje del Congreso de Angostura...
¿No la
reconoces verdad?
Yo tampoco la
reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de
este supremo instante.
Si yo hubiera
muerto sobre un campo de batalla, dando frente al enemigo, te dejaría mi
gloria, la gloria que entreví a tu lado a los lampos de un sol de primavera.
Muero
miserable, proscrito, detestado por los mismos que gozaron mis favores, víctima
de inmenso dolor, presa de infinitas amarguras.
Te dejo en
recuerdos mi tristezas y mis lágrimas que no llegaron a verter mis ojos.
¿No es digna
de tu grandeza tal ofrenda?
Estuviste con
mi alma en el peligro; conmigo presidiste los consejos de Gobierno; tuyos
fueron mis triunfos y mis reveses, tuyos son también mi último pensamiento y mi
pena postrimera.
En las noches
galantes en el Magdalena vi desfilar mil veces las góndolas de Byron por
canales de Venecia; en ella iban grandes bellezas y grandes hermosuras, pero no
ibas tú; porque tú has flotado en mi alma montada por las níveas castidades.
A la hora de
los grandes desengaños; a la hora de las íntimas congojas, apareces ante mis
ojos moribundos con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras y en
tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas y en tu voz escucho las
dianas inmortales Junín y Bomboná.
¿Recibiste los
mensajes que te envié desde la cima del Chimborazo?
Adiós, Fanny,
todo ha terminado
Juventud, ilusiones, sonrisas y alegrías se
hunden en la nada; sólo quedas tú como visión seráfica, señoreando el infinito,
dominando la eternidad.
Me tocó la
misión del relámpago; rasgar un instante la tiniebla ; fulgurar apenas sobre el
abismo y tornar a perderme en el vacío.
BOLÍVAR"
Un
obsequio de su amigo que reconoce en él, lo noble de su espíritu, y de su
capacidad extraordinaria como, Declamador, Orador y Crítico, convirtiéndose en
un verdadero personaje patrimonio de León. (Edicamen)
Saludando los 50 años de amistad:
4/7/12
♥ Carta de Amor, suministrada por Fernando José Núñez, a la selecta
concurrencia en Homenaje al Libertador, Simón Bolívar, en la Biblioteca, Dr.
Santiago Arguello, en el Mes de diciembre
de 1962.
**Un mil hojas sueltas, gratuitas al público. Diciembre-1962.
Autor: Edmundo Icaza Mendoza
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza
4 de julio de 2012.
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