PARA MI PADRE ¡QUÉ DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR!

PARA MI PADRE ¡QUÉ DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR!

EN EL DÍA DEL PADRE NICARAGÜENSE Y TODOS LOS DÍAS,
YO LO RECUERDO POR SIEMPRE. 


  ¡OH RUISEÑOR DE BELLOS ENCANTOS!

                 Ante el féretro del  poeta,

                 empecé a emborronar estas cuartillas.

                 ¡Oh, Maestro de Cantos y  Pedrerías!

                         ***

Tu verso suave, delicado y tierno,

Deslízase entre líneas y encantos.

Tu alma fresca de musical ensueño,

¡Cúbrese de Auroras y Esplendores Bellos!

Ruiseñor de la vida, del amor y la gloria,

Amante de lo noble y orfebre de lo excelso.

Sublime y contagioso derrochador de Estrellas,

Eres manantial, virtuoso de lo tierno.

Eres antorcha de versos y de prosas,

Y, como sempiterno soñador de armonías

Abriste de par en par el corazón de muchos,

Para convocar a las Musas. ¡Oh, Poesía!

Maestro: Ebrios de ensueño seguimos tu andar;

Mitigando desengaños e ilusiones vanas,

Aferrados a la vida, con arreboles de ¡Esperanza!

Para beber contigo, los suspiros del cielo.

Esparciste a los vientos tu numen exquisito.

Florecieron de tu pluma versos de prolija belleza.

Y hoy con delicado acento “Tu Lira Perfumada”,

¡La pulsas tiernamente, junto a Nuestro Señor!

Autor: Edmundo Icaza Mendoza

A mi padre Edmundo Icaza Munguía 

“Hijo Dilecto de la Ciudad de León”. 

Recordándote en el día de tu partida hacia la Inmortalidad.
2 de febrero 2002. 

Colonia 4 de Mayo, Zaragoza.