22-8-11. 8:14 a.m.
La Poesía Es Suya, Es Mía,
Es Nuestra. Es Parte Vital De Nuestra Vida.
Y Es Como Tocar El Cielo
Con Las Manos Limpias.
Ante el adocenamiento de las épocas y en épocas de impulso
del espíritu contra las decadencias, éste se alza en las transformaciones: el
aliento libre de la poesía.
Y lo decimos con propiedad: El espíritu poético se
alza sobre todas las miserias humanas, y con manos firme, levanta la bandera de
la libertad y la justicia, de la dignidad y el amor; lucha y combate la miseria
y el hambre, contra la explotación y contra
todo tipo de corrupción moral.
La poesía no nos deja humillarnos, podemos llorar
sobre nuestras tristezas por una nostálgica melancolía, pero ella, se rebela
con espíritu pujante, y conspira contra toda falsificación y contra todos los
falsificadores.
La poesía conspira contra bajezas y odios, contra toda
mentira y calumnia, contra todo lo servil que se arrastra por una miga al
servicio de la mano y mente arpía del que ostenta poder.
La poesía es amor y está contra toda
violencia. Participa en los hechos revolucionarios, porque abraza una causa y
ella misma es una causa noble del espíritu. Aunque es cierto que ésta lleva
violencia, pero es violencia justa en la que se sacude las dentelladas de las
tiranías, la muerte, y de la tortura.
Pero está contra todo patrioterismo, revolucionarismo, y demagogia. La poesía
es sincera, es pura, es digna y está contra toda palabra melosa, sensiblera, empalagosa,
cansina y fastidiosa. La poesía es brillo, luz y fulgor. Es íntima,
inseparable, esencial. Es el faro de que alumbra los advenimientos. Y sin
falsificación alguna, porque estamos en la época de las alteraciones y del
burdo remedo de la imposturas.
.
La poesía nace de nuestros sentimientos, de
ese universo interno, donde el poeta nos ofrece su pensamiento y de su propia
visión nos ofrece esa realidad o su realidad, con ese toque sencillo y
romántico a veces, y en otras, ahonda con profundidad y energía temas que no
osan otros a tocar.
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