viernes, 24 de octubre de 2014

YO COMPARTÍ UN ABRAZO CON EL POETA "CHOROTEGA"



Yo compartí un abrazo con el poeta «Chorotega»

Emocionado digo...

Que con mucho sentimiento y admiración, me sumo a los que mantienen viva la imagen y versos de este hijo leonés y bríndole: Mi Homenaje y tributo de recordación sincera, al poeta Antenor Sandino Hernández, poeta de corazón sonoro, de cumbres y penachos que a los cuatro vientos, hizo vibrar libre en su interior, su altiva sangre india, testificando en su afirmación de siempre, su linaje: “¡Yo soy hijo de América y de mi padre el Sol!”.

   Antenor Sandino Hernández, el Poeta Chorotega, es el indiscutible cantor del pueblo amerindio, pueblo habitante de las llanuras nicaragüenses de León. Cantor de la esperanza, de la fuerza nueva, nervio de los pechos de la aurora; el que decía con su «Sangre India», y con lengua bravía: “…palabras de rebeldías hechas / no como las orquídeas sino cual bravas flecha”.

   Antenor, desde joven siente el llamado de las letras y el anhelo de libertad; el llamado del amor y la esperanza. Y es tan así, que su dedicación y entusiasmo lo expresa desde que se inicia en las lides de la tipografía, cuando después de cursar su primaria tanto en Managua, como en León, entra como aprendiz de este meritorio oficio, formándose desde ahí, su inquieto y hermoso espíritu poético, porque “a golpe de mazo fui forjando mi ideal”. Él, armoniza: trabajo, ideal poético y lucha por esos anhelos de libertad y justicia. Y es ahí, también, en las lides de la tipografía de aquellos tiempos, es que va conociendo y manejando el “arte de imprimir”, llegando a tal grado, el poeta, a dominar, con calidad este oficio, que luego se convertiría en parte vital de su quehacer diario.

   Aquí nace el interés y deseo de leer obras de distintas índoles. Especialmente las literarias. Aquí se adiestra y le permite redactar, corregir, archivar… y, al mismo tiempo, estudiar la difícil disciplina de la “Gramática Castellana o Español”, de la que se volvieron duchos los maestros tipógrafos. En estos talleres, Antenor, se forja intelectualmente y nace en él, la necesidad de perfeccionar su espíritu poético y fue también en este medio, donde empezó a brotar su interés, preocupación y afanes de la lucha por la libertad y la justicia.

   Prestigiados hombres de tipografía, talentosos artesanos vieron nacer a un joven poeta, el que empezó a ser conocido como el «poeta proletario», el que escribía y leía sus primeros versos por los años de 1914, y el que empezó a ligarse a reconocidos intelectuales y a jóvenes poetas ─amantes y seguidores del movimiento modernista del maestro Rubén Darío─ e iniciar sus relaciones entre conocidas personalidades que lo alentaban y lo apreciaban,

   A propósito de esto, yo escuché por ejemplo, decir en la «Esquina de los Sueños», ubicada diagonalmente a la Administración de Renta ─casa solariega de la familia Berríos Mayorga─, cuando se reunían personalidades de la elevación intelectual y espiritual como la de Salomón Ibarra Mayorga, el Dr. Apolonio Berríos Mayorga, Dr. Jorge Méndez, “Maitro” Chico, Dr. Francisco Ramírez, en cuyas tertulias la profesora Mariíta Berríos Mayorga, enfatizaba, que éste, refiriéndose al creador de nuestro Himno Nacional, había influido enormemente en el Poeta “Chorotega”, poeta de pluma singular, fuerte y sensible. Era extensivo especial reconocimiento a los profesores don Vicente Leiva y Miguel Cifuentes, maestros de Antenor, en sus años de escuela primaria.

  Ahora, en cuanto a sus inquietudes sindicales y obreras bien era conocido su entusiasmo al participar en la lucha por la defensa de los trabajadores. Para ese tiempo, se publicaban muchos libros, revistas y periódicos, y ya, para el año de 1920, en esta ciudad de León, había una ferviente y emprendedora actividad editorial y se reproducían también libros que se introducían desde el extranjero.
   En esta actividad ─me decía don Rigoberto Palma Sandoval, un recordado y querido dirigente sindical de esta ciudad─, “…es aquí, donde vemos aparecer al joven poeta Antenor Sandino Hernández, fundando el semanario “El Socialista”, junto a Leonardo Velásquez y Apolonio Palacios; y destacándose también, en la creación para aquellos días, de Círculos de Estudios en los que los simpatizantes de estas ideas se instruían con obras políticas y filosóficas. Se organizó para ese tiempo el Grupo Socialista dirigido por Alejandro González Aragón, Leonardo Velásquez, y ahí, estaba… el poeta “Chorotega” junto con Apolonio Palacios, entre otros. Al joven poeta se le ve participando en la organización ─para 1924─ de la primera marcha del Primero de Mayo en esta ciudad” Enfatizó el recordado dirigente sindical..

   Sobre estas actividades, lo afirma también en un artículo, el prestigiado periodista Ignacio Briones Tórrez, y dice que: “…por ellos ─refiriéndose a los periodistas Guillermo Arce y Emilio Quintana─, conocimos la existencia del poeta y periodista Antenor Sandino Hernández, fundador del semanario “El Socialista”. En el, escribía sus artículos a favor de la causa obrera, y el poeta, se  incorpora a la Federación Obrera Nicaragüenses (FON), fundada en 1918.

    En su atareada vida, Antenor, se fue relacionando con sobresalientes y distinguidos artesanos e intelectuales, que laboraban en estos  talleres, de  la talla  de Juan Felipe Toruño con


quien colaboró estrechamente en la Revista quincenal "Darío" entre 1919 y 1921. Unos dicen que la fundó en 1920 y que Juan Felipe dejó de editar hasta marzo de 1923, fecha en que abandonó su terruño.

   Pero bien, al poeta Antenor, le gustó desde joven participar en recitales declamando sus versos en círculos de amigos y entre estudiantes universitarios o núcleos de intelectuales muy reconocidos en esta ciudad. De tal manera que el poeta, fue armonizando el sobresaliente interés por la poesía, y su afanosa actividad sindical reivindicadora recibía el reconocimiento de su pueblo.

   Me decía el poeta Edmundo Icaza Munguía ─mi padre─ «Hijo Dilecto de la Ciudad de León»: “Que era tan delicada y bravía la pluma de Antenor, que daba gusto, extasiarse con sus versos, escuchar su inflexión enérgica. Esos versos que eran de una entonación sonora, sencilla y elevada, donde se sentía la vibración de su estirpe poética, de su fuerza y fibra de Caciques bravos o la delicadeza de su cadencia y profundidad, y hablaba, que su corazón era una “Gota de agua que en la rosa se volvió Universo”, o cuando se refería a los caminos, con lo que me hacía pensar ─dice el poeta Icaza Munguía─, he aquí estas líneas: “Los caminos son lágrimas que llora el universo / por cuyas alamedas pasa en carroza el verso / y la rima descalza, tal si fuera una flor.” Sino, leámoslo en la Apertura que con delicadeza, armonía y fuerza, hace en 1952 al libro «Montañas de Trinos», de mi propia autoría… me dijo esa vez emocionado el poeta, Icaza Munguía: Y, “Abro este libro, como el abrazo de un sonoro camino, que va hacia una montaña, en cuya cima quimérica se RECORTARA en el azul del cielo, el ALMENADO castillo, hecho de ritmos y sueños donde ha tiempo habita esa incomparable dulcinea: La Poesía.”, “…Abro este libro y mis manos se perfuman cual si sus puertas fueran rosas y jazmines, y mis ojos se llenan de lumbre cual si en su humilde portada hubiese estado dormida la lírica estrella de Belén. Y al abrir este libro todo el corazón se me llena de montañas nicaragüenses, de montañas patrias, de esas montañas mías tan saturadas de cedros, ojoches, de laureles y palmeras en cuyos ramajes atardecidos se adormecieran amándose y cantando los zenzontles…” Con esta delicadeza de poeta, ternura y amor, siempre nos obsequió Antenor, su alma excelsa y la franqueza de su corazón inspirado”, me dijo el poeta Edmundo Icaza Munguía.

   Yo conocí al poeta Antenor, en la clínica o laboratorio, de Orlando Agüero, y ahí lo escuché múltiple veces. Y, yo muchacho, para ese entonces, siempre salía emocionado, al escuchar los versos de Antenor, con esa fuerza y nervio de las entrañas de mi tierra. A estas reuniones asistían Dn. Tito Tercero, Fernando Núñez ─en cuya biblioteca (1962), declamé un verso del “Chorotega” (y, el poeta me regaló un fuerte abrazo), Rafael Lacayo Zamora (Payito), Raúl Martínez Quiroz, Don Alfonso Grijalva, y el Dr. Aníbal Rosales. El Dr. Francisco Rivas Bermúdez, Enrique Guerrero Herradora (El Machazo), Dn. Rafael Robelo Murillo, dueño de la "Casa del Pueblo", y el Dr. Humberto Sotomayor Ramírez.

   El Dr. Wenceslao Mayorga Donaire, en su libro «Recuerdos de mi amado León», dice que el poeta Antenor Sandino Hernández: “Dejó para la posteridad y en especial para la juventud leonesa el producto de su extraordinario talento y con la ayuda del Padre Azarías H. Pallais, Salomón de la Selva y José Wenceslao Mayorga Sáenz, logró editar las siguientes obras: Barro Fulgente, Alma a los vientos, Novios de Provincia, este último fue un precioso cuento inspirado por el amor que le profesaba a su prima María de las Mercedes, y Tiangue o Mercado Indio”. Y añade: “Siempre fue un admirador loco del General Augusto César Sandino, a quien dedica un poema que tituló Odisea de Sandino», dice entre otras cosas el autor del libro.

   Otros dicen que, “quedó sin publicar la colección de cuentos "Novios de Provincia" y obras que no pudieron publicarse, como: Las Campanas de mi ciudad natal, Cerámica y Xilófono.

   Adolfo Isaac Sánchez Salgado, en su “Introducción a una Antología Poética de Antenor Sandino Hernández”, nos dice, que: “Para Pablo Antonio Cuadra el soneto “Mi Prima” de Antenor Sandino Hernández, cierra una etapa de la literatura nicaragüense, con imágenes de vanguardia.

   Concluyendo Sánchez: “Antenor Sandino Hernández no hizo una revolución literaria, más sí es pionero en la renovación del verso. Su trabajo fue consciente: “…lleva en su lírico mensaje los sonidos todavía sonoros de la antigua más siempre gloriosa lira dariana”. “…si encontráis algunas hebras sedosas para un bordado de vanguardia, no me tildéis como tal…”.Y concluye Sánchez: ─sin embargo creo que el verso debe renovarse─. El poeta Chorotega está claro que el Modernismo es un movimiento que abrió las puertas a la renovación constante y de la necesaria búsqueda de una expresión propia en América.” Antenor: “En su obra resalta en opulentos detalles lo propio nicaragüense. No se sabe si el panorama se ha metido en él, ─de su precioso mundo─, o si él se ha extraviado en la fiesta de lo que le rodea”, nos dice entre otras cosas en su análisis Adolfo Isaac Sánchez Salgado, de su recopilación de citas bibliográficas y testimonios.

   ─Mirá, me dice Fernando Núñez─ hay quienes quieren denigrar la poesía de Antenor, pero intelectuales de la calidad de Julio Valle-Castillo, éste manifiesta en un libro antológico, que Antenor Sandino, con su soneto Mi Prima, el poeta, “cierra espléndidamente el modernismo de Nicaragua  y constituye uno de los mejores textos que se han escrito en América.”

   Y, en éstas líneas de mí Expresivo Homenaje, te digo  Poeta “Chorotega”:

Que hoy te traigo a ti, 


                         LO QUE SIENTO

                             Recordando al Poeta Antenor Sandino,
                             -donde “Chico Maturranga”-: ¡al saborear
                              las deliciosas mojarritas tostadas!.

***
                        Al escribir
                        siento vivir
                        reminiscencias,
                        como estampas nítidas
                                                 [que “mí yo” desenvuelve,
                        a partir de cómo habla mi espíritu
                        de un mundo de ensueños
                        que flota en mis interioridades
                        y que al despertar mi mente,
                                                          [lo activa
                        al elevar la esencia misma,
                        en las ideas,
                        del reflejo fiel de lo que anida en mí;
                        realidad vívida y gratificante,
                        en las ansias bellas de mi peregrinar.
~ o ~
                        Es la idea hablando desde la fuente
                        que acopia
                                   [lo vivido y lo ido,
                        en la presencia de la evocación
                                   del misterio de los sueños,
                        y en la visión que me inspira
                        para escribir estos versos.

                        ¡Poeta, “Chorotega”!

                        Tu luz que irradias en el recuerdo
                                                               [persistente,
                        es más luminosa que la sentida en el abrigo
                        de mi corazón
                        cuando estreché tu mano.

~ o ~

                        Fue la experiencia más grata
                        hallada aquella tarde
                        [donde “Chico Maturranga”,
                        ¡En la que me encontré a mí mismo!,
                        abrazando el esplendor
                        de una rica magnificencia espiritual,
                        desprendida de una generosidad sin igual,
                        que solo tus versos podían lucir
                                                                 [la grandeza de tu alma.

~ o ~

                        Te sentaste al lado del “Niño Noguera”.
                        Y entre “mojarritas deliciosas" y libaciones
                                                                               [exquisitas,
                        decías versos en tu hablar peculiar,
                        y en cada frase, yo me elevaba
                        entre un incienso venerable y virtuoso de melodías.

~ o ~

                        Poeta, ha salido a flote un sentido sueño
                        expresado en estas líneas,
                        ¡del que un día estrechó tu mano!

4:00 p.m. del 11 de Septiembre del 2002
“Rosticería Lee”, León, Nicaragua.


Antenor Sandino Hernández
Poeta "Chorotega"
Puente entre El Modernismo y La Vanguardia
León, Nicaragua



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