Yo compartí un abrazo con el poeta «Chorotega»
Emocionado digo...
Que con mucho sentimiento y admiración, me sumo a los que
mantienen viva la imagen y versos de este hijo leonés y bríndole: Mi Homenaje y
tributo de recordación sincera, al poeta Antenor Sandino Hernández, poeta de
corazón sonoro, de cumbres y penachos que a los cuatro vientos, hizo vibrar
libre en su interior, su altiva sangre india, testificando en su afirmación de
siempre, su linaje: “¡Yo soy hijo de América y de mi padre el Sol!”.
Antenor Sandino
Hernández, el Poeta Chorotega, es el indiscutible cantor del pueblo amerindio,
pueblo habitante de las llanuras nicaragüenses de León. Cantor de la esperanza,
de la fuerza nueva, nervio de los pechos de la aurora; el que decía con su
«Sangre India», y con lengua bravía: “…palabras de rebeldías hechas / no como
las orquídeas sino cual bravas flecha”.
Antenor, desde
joven siente el llamado de las letras y el anhelo de libertad; el llamado del
amor y la esperanza. Y es tan así, que su dedicación y entusiasmo lo expresa
desde que se inicia en las lides de la tipografía, cuando después de cursar su
primaria tanto en Managua, como en León, entra como aprendiz de este meritorio
oficio, formándose desde ahí, su inquieto y hermoso espíritu poético, porque “a
golpe de mazo fui forjando mi ideal”. Él, armoniza: trabajo, ideal poético y
lucha por esos anhelos de libertad y justicia. Y es ahí, también, en las lides
de la tipografía de aquellos tiempos, es que va conociendo y manejando el “arte
de imprimir”, llegando a tal grado, el poeta, a dominar, con calidad este
oficio, que luego se convertiría en parte vital de su quehacer diario.
Aquí nace el
interés y deseo de leer obras de distintas índoles. Especialmente las
literarias. Aquí se adiestra y le permite redactar, corregir, archivar… y, al
mismo tiempo, estudiar la difícil disciplina de la “Gramática Castellana o
Español”, de la que se volvieron duchos los maestros tipógrafos. En estos
talleres, Antenor, se forja intelectualmente y nace en él, la necesidad de
perfeccionar su espíritu poético y fue también en este medio, donde empezó a
brotar su interés, preocupación y afanes de la lucha por la libertad y la
justicia.
Prestigiados
hombres de tipografía, talentosos artesanos vieron nacer a un joven poeta, el
que empezó a ser conocido como el «poeta proletario», el que escribía y leía
sus primeros versos por los años de 1914, y el que empezó a ligarse a
reconocidos intelectuales y a jóvenes poetas ─amantes y seguidores del
movimiento modernista del maestro Rubén Darío─ e iniciar sus relaciones entre
conocidas personalidades que lo alentaban y lo apreciaban,
A propósito de
esto, yo escuché por ejemplo, decir en la «Esquina de los Sueños», ubicada
diagonalmente a la Administración de Renta ─casa solariega de la familia
Berríos Mayorga─, cuando se reunían personalidades de la elevación intelectual
y espiritual como la de Salomón Ibarra Mayorga, el Dr. Apolonio Berríos
Mayorga, Dr. Jorge Méndez, “Maitro” Chico, Dr. Francisco Ramírez, en cuyas
tertulias la profesora Mariíta Berríos Mayorga, enfatizaba, que éste,
refiriéndose al creador de nuestro Himno Nacional, había influido enormemente
en el Poeta “Chorotega”, poeta de pluma singular, fuerte y sensible. Era
extensivo especial reconocimiento a los profesores don Vicente Leiva y Miguel
Cifuentes, maestros de Antenor, en sus años de escuela primaria.
Ahora, en cuanto a
sus inquietudes sindicales y obreras bien era conocido su entusiasmo al
participar en la lucha por la defensa de los trabajadores. Para ese tiempo, se
publicaban muchos libros, revistas y periódicos, y ya, para el año de 1920, en
esta ciudad de León, había una ferviente y emprendedora actividad editorial y
se reproducían también libros que se introducían desde el extranjero.
En esta actividad
─me decía don Rigoberto Palma Sandoval, un recordado y querido dirigente
sindical de esta ciudad─, “…es aquí, donde vemos aparecer al joven poeta
Antenor Sandino Hernández, fundando el semanario “El Socialista”, junto a
Leonardo Velásquez y Apolonio Palacios; y destacándose también, en la creación
para aquellos días, de Círculos de Estudios en los que los simpatizantes de
estas ideas se instruían con obras políticas y filosóficas. Se organizó para
ese tiempo el Grupo Socialista dirigido por Alejandro González Aragón, Leonardo
Velásquez, y ahí, estaba… el poeta “Chorotega” junto con Apolonio Palacios, entre
otros. Al joven poeta se le ve participando en la organización ─para 1924─ de
la primera marcha del Primero de Mayo en esta ciudad” Enfatizó el recordado
dirigente sindical..
Sobre estas actividades, lo
afirma también en un artículo, el prestigiado periodista Ignacio Briones
Tórrez, y dice que: “…por ellos ─refiriéndose a los periodistas Guillermo Arce
y Emilio Quintana─, conocimos la existencia del poeta y periodista Antenor Sandino Hernández, fundador del
semanario “El Socialista”. En el, escribía sus artículos a favor de la causa
obrera, y el poeta, se incorpora a la
Federación Obrera Nicaragüenses (FON), fundada en 1918.
En su atareada
vida, Antenor, se fue relacionando con sobresalientes y distinguidos artesanos
e intelectuales, que laboraban en estos
talleres, de la talla de Juan Felipe Toruño con
quien colaboró estrechamente en la Revista quincenal
"Darío" entre 1919 y 1921. Unos dicen que la fundó en 1920 y que Juan
Felipe dejó de editar hasta marzo de 1923, fecha en que abandonó su terruño.
Pero bien, al poeta
Antenor, le gustó desde joven participar en recitales declamando sus versos en
círculos de amigos y entre estudiantes universitarios o núcleos de
intelectuales muy reconocidos en esta ciudad. De tal manera que el poeta, fue armonizando
el sobresaliente interés por la poesía, y su afanosa actividad sindical
reivindicadora recibía el reconocimiento de su pueblo.
Me decía el poeta
Edmundo Icaza Munguía ─mi padre─ «Hijo Dilecto de la Ciudad de León»: “Que era
tan delicada y bravía la pluma de Antenor, que daba gusto, extasiarse con sus
versos, escuchar su inflexión enérgica. Esos versos que eran de una entonación
sonora, sencilla y elevada, donde se sentía la vibración de su estirpe poética,
de su fuerza y fibra de Caciques bravos o la delicadeza de su cadencia y
profundidad, y hablaba, que su corazón era una “Gota de agua que en la rosa se
volvió Universo”, o cuando se refería a los caminos, con lo que me hacía pensar
─dice el poeta Icaza Munguía─, he aquí estas líneas: “Los caminos son lágrimas
que llora el universo / por cuyas alamedas pasa en carroza el verso / y la rima
descalza, tal si fuera una flor.” Sino, leámoslo en la Apertura que con
delicadeza, armonía y fuerza, hace en 1952 al libro «Montañas de Trinos», de mi
propia autoría… me dijo esa vez emocionado el poeta, Icaza Munguía: Y, “Abro
este libro, como el abrazo de un sonoro camino, que va hacia una montaña, en
cuya cima quimérica se RECORTARA en el azul del cielo, el ALMENADO castillo,
hecho de ritmos y sueños donde ha tiempo habita esa incomparable dulcinea: La
Poesía.”, “…Abro este libro y mis manos se perfuman cual si sus puertas fueran
rosas y jazmines, y mis ojos se llenan de lumbre cual si en su humilde portada
hubiese estado dormida la lírica estrella de Belén. Y al abrir este libro todo
el corazón se me llena de montañas nicaragüenses, de montañas patrias, de esas
montañas mías tan saturadas de cedros, ojoches, de laureles y palmeras en cuyos
ramajes atardecidos se adormecieran amándose y cantando los zenzontles…” Con
esta delicadeza de poeta, ternura y amor, siempre nos obsequió Antenor, su alma
excelsa y la franqueza de su corazón inspirado”, me dijo el poeta Edmundo Icaza
Munguía.
Yo conocí al poeta
Antenor, en la clínica o laboratorio, de Orlando Agüero, y ahí lo escuché
múltiple veces. Y, yo muchacho, para ese entonces, siempre salía emocionado, al
escuchar los versos de Antenor, con esa fuerza y nervio de las entrañas de mi
tierra. A estas reuniones asistían Dn. Tito Tercero, Fernando Núñez ─en cuya biblioteca
(1962), declamé un verso del “Chorotega” (y, el poeta me regaló un fuerte
abrazo), Rafael Lacayo Zamora (Payito), Raúl Martínez Quiroz, Don Alfonso
Grijalva, y el Dr. Aníbal Rosales. El Dr. Francisco Rivas Bermúdez, Enrique
Guerrero Herradora (El Machazo), Dn. Rafael Robelo Murillo, dueño de la
"Casa del Pueblo", y el Dr. Humberto Sotomayor Ramírez.
El Dr. Wenceslao
Mayorga Donaire, en su libro «Recuerdos de mi amado León», dice que el poeta
Antenor Sandino Hernández: “Dejó para la posteridad y en especial para la
juventud leonesa el producto de su extraordinario talento y con la ayuda del
Padre Azarías H. Pallais, Salomón de la Selva y José Wenceslao Mayorga Sáenz,
logró editar las siguientes obras: Barro Fulgente, Alma a los vientos, Novios de
Provincia, este último fue un precioso cuento inspirado por el amor que le
profesaba a su prima María de las Mercedes, y Tiangue o Mercado Indio”. Y
añade: “Siempre fue un admirador loco del General Augusto César Sandino, a
quien dedica un poema que tituló Odisea de Sandino», dice entre otras cosas el
autor del libro.
Otros dicen que,
“quedó sin publicar la colección de cuentos "Novios de Provincia" y
obras que no pudieron publicarse, como: Las Campanas de mi ciudad natal,
Cerámica y Xilófono.
Adolfo Isaac
Sánchez Salgado, en su “Introducción a una Antología Poética de Antenor Sandino
Hernández”, nos dice, que: “Para Pablo Antonio Cuadra el soneto “Mi Prima” de
Antenor Sandino Hernández, cierra una etapa de la literatura nicaragüense, con
imágenes de vanguardia.
Concluyendo
Sánchez: “Antenor Sandino Hernández no hizo una revolución literaria, más sí es
pionero en la renovación del verso. Su trabajo fue consciente: “…lleva en su
lírico mensaje los sonidos todavía sonoros de la antigua más siempre gloriosa
lira dariana”. “…si encontráis algunas hebras sedosas para un bordado de
vanguardia, no me tildéis como tal…”.Y concluye Sánchez: ─sin embargo creo que
el verso debe renovarse─. El poeta Chorotega está claro que el Modernismo es un
movimiento que abrió las puertas a la renovación constante y de la necesaria
búsqueda de una expresión propia en América.” Antenor: “En su obra resalta en
opulentos detalles lo propio nicaragüense. No se sabe si el panorama se ha
metido en él, ─de su precioso mundo─, o si él se ha extraviado en la fiesta de
lo que le rodea”, nos dice entre otras cosas en su análisis Adolfo Isaac
Sánchez Salgado, de su recopilación de citas bibliográficas y testimonios.
─Mirá, me dice
Fernando Núñez─ hay quienes quieren denigrar la poesía de Antenor, pero
intelectuales de la calidad de Julio Valle-Castillo, éste manifiesta en un
libro antológico, que Antenor Sandino, con su soneto Mi Prima, el poeta,
“cierra espléndidamente el modernismo de Nicaragua y constituye uno de los mejores textos que se
han escrito en América.”
Y, en éstas líneas de mí Expresivo Homenaje, te digo Poeta “Chorotega”:
Que hoy te traigo a ti,
LO QUE SIENTO
Recordando
al Poeta Antenor Sandino,
-donde “Chico Maturranga”-: ¡al saborear
las
deliciosas mojarritas tostadas!.
***
Al escribir
siento vivir
reminiscencias,
como estampas nítidas
[que “mí yo”
desenvuelve,
a partir de cómo habla mi espíritu
de un mundo de ensueños
que flota en mis interioridades
y que al despertar mi mente,
[lo activa
al elevar la esencia misma,
en las ideas,
del reflejo fiel de lo que anida en mí;
realidad vívida y gratificante,
en las ansias bellas de mi peregrinar.
~ o ~
Es la idea hablando desde la fuente
que acopia
[lo vivido y lo ido,
en la presencia de la evocación
del misterio de los sueños,
y en la visión que me inspira
para escribir estos versos.
¡Poeta, “Chorotega”!
Tu luz que irradias en el
recuerdo
[persistente,
es más luminosa que la sentida en el abrigo
de mi corazón
cuando estreché tu mano.
~ o ~
Fue la experiencia más grata
hallada aquella tarde
[donde “Chico Maturranga”,
¡En la que me encontré a mí mismo!,
abrazando el esplendor
de una rica magnificencia espiritual,
desprendida de una generosidad sin igual,
que solo tus versos podían lucir
[la grandeza de tu alma.
~
o ~
Te sentaste al lado del “Niño Noguera”.
Y entre “mojarritas deliciosas" y
libaciones
[exquisitas,
decías versos en tu hablar peculiar,
y en cada frase, yo me elevaba
entre un incienso venerable y virtuoso de
melodías.
~ o ~
Poeta, ha salido a flote un sentido sueño
expresado en estas líneas,
¡del que un día estrechó tu mano!
4:00 p.m. del 11 de Septiembre del 2002
“Rosticería Lee”, León, Nicaragua.
Antenor Sandino Hernández
Poeta "Chorotega"
Puente entre El Modernismo y La Vanguardia
León, Nicaragua
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