jueves, 8 de enero de 2015

A 35 AÑOS NOS FUNDIMOS EN UN CONTUNDENTE ABRAZO

Medallas de Honor

A 35 AÑOS NOS FUNDIMOS EN UN CONTUNDENTE ABRAZO
    A las doce en punto del medio día y en el momento que pitaba la sirena que anuncia en León, la partición del día, se aparece el veterano periodista, Bernardo Hernández Rojas, como una visión impensada ─después de 35 años de ausencia─ debajo de un solazo que no era jugando y cuyos rayos caían derechitos y le sacaban “ayes” al pavimento, pero allí estaba frente al porche de mi casa, el poeta Bernardo, que si bien es cierto que me sorprendió, pero también, lo digo con sinceridad, que ésta, aparición, me llenó de regocijo.

       ─ ¿Y este milagro? ¿Quién te trajo? ¿La Conchita ¿La Gritería Chiquita?

         Era 15 de agosto, Después del descanso habitual, todos repasábamos nuestro recorrido en el barrio, junto a la inmensa romería de leoneses y el de haber pegado el grito tradicional de: ─ ¡Quién causa tanta Alegría! ¡La Asunción de María! ─ ¡Qué Viva la Virgen! Y, en el momento en que yo me disponía a registrar mi saquito de “gorra”, cuando de repente la aparición, ¡Es una visión… pero real. Y me sentí lleno de una inmensa alegría.

         ─ ¡Ideay, hombré! Pero donde te me has perdido. ¡Cuánto tiempo!
         ─  H2O, mi hermano. Catarro, bandido. Venga un abrazo de “coyolina”,
             de hermanos, que después de 35 años nos volvías a juntar.

         Y nos fundimos en un abrazo fraterno, con dimensión de Fraternidad Universal. Y empezó a desgranarse la “troja” de los recuerdos y uno a uno iban saliendo entre risas… chistes, pensamientos poéticos, emociones libres, ocurrencias y genialidades de dos poetas. ¡Era un encuentro de coyolinas! ¡Qué sé yo…”. !Hablamos de la lucha de liberación, de los amigos, del periodismo; de la fundación de Radio Venceremos, de la insurrección final, de Wilfredo López “Pochetón”, de Eligio Álvarez, de las falsificaciones y robos que sido víctimas… en fin, de “todo un poco”.

         ─Y por qué no mandás a mercar unas “cebaditas fermentadas”.

         Y, así, iniciamos ceremoniosamente el ritual de antaño, y en el propio altar de “Dionisio”, sorbo a sorbo, fuimos degustando las “chelitas” ricas.  

¡H2O y Rubén, nuevamente reunidos en León, Jamás Vencido!
Yo soy poesía, fui creado por el amor
Edmundo Icaza Mendoza
EDICAMEN

No hay comentarios: