jueves, 19 de abril de 2012

A EMILIANO PANCASÁN

CUADERNOS"EDICAMEN"
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Un aporte a la Cultura, al Arte, 
a la Reflexión y a la Poesía
León, Nicaragua.

Edmundo Icaza Mendoza
Poeta y periodista

A: Oscar Emilio Muñoz Lumbí, “Emiliano Pancasán” 
(*28-5-37 . †13-4-12)
¡Presente! ¡Presente! ¡Presente!
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HOMENAJE IMPERECEDERO A “EMILIANO PANCASÁN”
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20 de abril 2012
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Con mucha emoción escribo esta conversación que sostuve, 
con Oscar Emilio Muñoz Lumbí (Emiliano Pancasán),
 el 27 de octubre de 2011, en mi casa solariega 
de la Col. 4 de Mayo-Zaragoza, y quien me reflejó, 
ser el mismo hombre de siempre: fraterno, hermano y solidario.


JEFE  DE COLUMNA: 
La “CARLOS MANUEL JARQUÍN” (Chinto)


A: Oscar Emilio Muñoz Lumbí, “Emiliano Pancasán” 
(*28-5-37 †13-4-12)
¡Presente! ¡Presente! ¡Presente!
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“Yo soy poesía, fui creado por el amor”
Moderador de Foros Temas Varios y Sensuales de
‘El Rincón del Poeta’
(Edicamen)



REPASANDO SUEÑOS HERMOSO

Un Homenaje de Siempre a,
Oscar Emilio Muñoz Lumbí (el gran Emiliano Pancasán)

“Era el hombre que compartía el dialogo, los problemas personales, las vicisitudes de la lucha y todo lo concerniente a los hombres de su columna.” El Gato Henry.

DÉJAME RENDIRTE MI HOMENAJE IMPERECEDERO, EMILIANO:

Al insigne combatiente y Jefe de Columna, la Gloriosa “Carlos Manuel Jarquín”, el hombre que se paseó por 3 frentes, él es, Emiliano Pancasán, Oscar Emilio Muñoz Lumbí, al que conocí cuando anduve con Bernardo Hernández Rojas (H2O) y Francisco Nicolás Rojas Díaz (Vinicio) y otros compañeros, en aquellos avatares días de la creación de Radio Venceremos: «Voz Oficial del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez”» (FORLP), y fue durante la “Ofensiva Final o Insurrección Final”, aquí en León. Y en mi trabajo de reportero, y tengan la plena seguridad que me siento orgulloso de haber tenido la oportunidad de conocerlo; y el honor de entrevistarlo durante la guerra y después del triunfo de la Revolución.

Emiliano Pancasán es oriundo de Matagalpa, me dijo su hijo Orontes Emilio Muñoz Mejía, quien se comunico recientemente conmigo, después de la muerte de su padre el 13 de abril de este 2012. “Él nació (Oscar Emilio) un 28 de mayo de 1937. Sus padres fueron Juan Benito Muñoz y Clarisa Lumbí, los que procrearon seis hijos, siendo Oscar Emilio Muñoz Lumbí, el segundo de ellos.”

En aquellos días de junio de 1979, yo estuve incorporado a la lucha como redactor y voz caracterizada de la radio clandestina, Radio Venceremos, y que ¡en pleno fragor del combate!, supimos afrontar y enfrentar los peligros de ese momento histórico. La misión encomendada para cumplir en ese mes de junio de 1979, como periodistas revolucionarios, miembros de la intrépida Asociación de Periodistas Independientes de León (APIL), era la de sacar al aire una emisora “a como diera lugar". En este empeño participó Alcides Camacho Espinoza y “Toño” Meza, trabajando paralelo a nosotros en el mismo momento, para el mismo esfuerzo y dirigido para tal fin. La APIl, era una organización periodística muy beligerante, la de un Wilfredo López Valladares, Miguel de Jesús Blandón (Chuno) y la de Eligio Álvarez Montalván, irredento periodista, tío del gran líder estudiantil Edgar Munguía Álvarez ¡El Gato Munguía!, sobre-nombre con que lo conocíamos los muchachos del sector de la Capilla San Juan de Dios (por donde vivió), pieza vecina donde se editaba el Universal que dirigía el periodista Dagoberto Sáenz Arauz.

A Emiliano Pancasán, lo vieron por “El Laborío”, “Sutiava”, “Poneloya”, “Guadalupe”, movilizándose en la parte norte, sur del sector oeste, en un trabajo incansable que realizó en todo esos sectores de León. Él se relacionaba con toda la gente y su trato con los combatientes, miembros de su columna, era fuerte, disciplinado, duro; pero generoso, amable, fraterno cuando era necesario. Él era muy amistoso. Fue uno de los pocos Jefes de Columnas que “siempre dio la cara”; era muy popular, muy querido, no había combatiente alguno que no lo admirara.

Y cuando dije que lo vieron, es porque todos lo vimos; yo también tuve el gusto de verlo; ¡lo vi! Y lo digo con mucha emoción, recordando esa tarde, en que fuimos recibidos, exactamente: de la esquina de “Luis Mena” (Barrio El Laborío), 4 c. al Oeste, 1 c. al Norte. Pero, primeramente nos recibió “Abel” (Guadalupe Moreno) y después “Jeremías” (Carlos Soza), en la calle que queda de la esquina del “Negro Chencho 1/ c. al sur; para luego llevarnos 1 c. al norte, esquina opuesta a la Engracia Fonseca, donde estaba “el comando del pueblo”, y allí nos recibió Emiliano Pancasán muy amablemente a pesar de la tensión de ese momento, porque una joven de nombre Mercedes, llamaba apresuradamente a Jeremías –Compita Jeremías, dicen que viene metiéndose la guardia por el Río Chiquito--. Pero él, Emiliano, imperturbable, amable, sencillo y enérgico, daba órdenes a uno y a otro, mientras tomaba un “papel” y escribía algo y nos lo entregó. Era un pase para que nosotros pudiéramos recorrer y trasladarnos por sus vías de comunicación (las que ellos manejaban) de una manera segura. Nos facilitó una camioneta roja de tina, que con su conductor y 2 combatientes más, les ordenó a los “compas” que nos cuidaran y nos llevaran a una importante reunión donde nacería una radio, que vendría a ser, poco después, Radio Venceremos. Esta ubicación era de la Iglesia San José unas 15 vr. al oeste., aunque nosotros, entramos por el lado contrario, el de la “Brisas del Pochote” y Funeraria Bonilla.

Pero, ¡Quién es Emiliano Pancasán! Pues es el hombre que “se paseo” por tres frentes de guerra. --“Y por gracias a Dios, estoy vivo, no perecí; y pude conocer a grandes y valientes muchachos”, me dice Oscar Emilio, al momento de mi conversatorio con él, a las 8:40 a.m. en mí casa solariega, Colonia 4 de Mayo, casa No. 20, Bo. Zaragoza, el pasado 27 de octubre de 2011, aquí en León.

Pero antes déjenme decirles que Oscar Emilio, deja una prole numerosa. Siendo ellos: Sabel Victoria, Oscar Fabricio, Orontes Emilio, Erwin Eduardo, Martha Ileana, Roger Emilio, Oscar Emilio, Karla Robertha, Emiliano Lenín, Marvin, Gutner, Erlanda, Itzel, Fany Emily y Fabricio León.

Podemos resumir el recorrido de Emiliano Pancasán (Oscar Emilio Muñoz Lumbí), así: La primera experiencia la obtiene en Matagalpa, porque él es matagalpino (como lo dijimos). Se incorpora al Frente Norte Carlos Fonseca, en momentos en que la situación se tornó bien difícil para él, pues, llegó al extremo en que no se podía ya ni moverse. Era tanto su “color” que lo empezaron a vigilar muy de cerca. --Me encontraba “muy colorado”, por lo que decidí irme al monte, y allí me incorporé a la lucha, y recuerdo nítidamente que anduve con un hermanazo, “Chepe” González--, se queda pensando Emiliano. Y agrega: El Frente Norte era dirigido por el Comandante Bayardo Arce Castaño (Chepe León).

Y me dice, Emiliano, --Que cierta vez, me doy cuenta que iba a haber “movimiento” en Estelí. Y yo, no me podía perder de esta acción... y, sobre todo que allí iba a estar, nada más y nada menos que “Chico” Rivera (El Zorro), con su propia columna. Hice contacto con “8” que era Antenor Rosales, y participo en la primera toma de la heroica Estelí, combatiendo siempre al mando de “El Capi”.

--Y, en una de tantas... estando en el lugar donde me encontraba, llegó Julio Ponce Zavala (David), el que me contó, que tenía la misión de escoger a 10 hombres de mucha confianza, y que le gustaría que él aceptara, ¡era para algo muy especial! Y, recuerda dice Emiliano, --que otro, de los diez escogidos, fue un compañero campesino que le decían “Rompe Monte”, de apellido Toruño.; y le decían así, porque era “fiera” a abrir senderos, atajos y trochas, --hace hincapié Emiliano.

Partieron rumbo al Refugio, donde los esperaba Francisco Rivera “El Zorro”, hermano de Filemón Rivera. Llegaron como a las 6:00 p.m. Y les dijo: --Esta es una misión especial; en estos sacos (2) van unos mensajes importantes y en Honduras tienen que ser recibidos. Pase lo que pase, no pueden caer en manos enemigas. Tienen que llegar a su destino. ¡Recuerden! ¡En estos dos sacos llevan mensajes muy importantes…! repite El Zorro.

Salen, dice Emiliano, y comienzan a caminar. Se van encontrando con zonas de campo abierto, por lo que tienen que tomar mucho más “medidas de seguridad” para no ser detectados. Llegan a un punto que no hay protección de árboles. Entonces Emiliano propone: --Que bajaran uno a uno, para no levantar sospecha. Y que él iniciaría el descenso y al llegar a determinado punto, les haría señas para que fueran bajando. Y va, que espera… nadie baja. Medio día y nada. Queda solo. Decide penetrar a Honduras y con la contraseña que lleva que era la de: “donde se encuentra la Hacienda Matorrales”, hacer contacto y referir lo acontecido. Dice que caminó como 10 días y que lo hizo de noche, porque de día él lo descansaba, escondido tomando todas las medidas pertinentes. Llega al lugar convenido (de Honduras), y hace la pregunta a varias personas y no encuentra respuesta.

Pero de repente ve pasar un carro con placa NS (Nueva Segovia) y se dice: “éste es de allá”; y le parece reconocer al que sacó la cabeza. Sigue rápidamente al carro, lo alcanza, y le hace la pregunta. --“Y… Ah, pero sos vos. –Sí, hombre, yo soy el enlace. Era, dice Pancasán, René Fonseca Marenco, hermano de parte de madre de Carlos Fonseca, (con Carlos, yo estudié segundo grado en la escuela del barrio El Laborío de Matagalpa y que hoy lleva su nombre), enfatiza Emiliano.

Lo ubican en una casa de una señora extraordinaria, conocida como la “Abuela”. Ella atendía a varios compañeros, les daba de comer, los protegía y hasta municiones les compraba con su propio dinero. Allí lo recibió Aracely Pérez (Psicóloga), mexicana, quien lo entrevistó sobre diversos aspectos de su vida y de la lucha. Después se encontró con “El Zorro” al que le relató todo lo ocurrido. Éste le encargó una escuelita militar en “Arenales” fronterizo con Nicaragua, al mando de 11 compañeros; --había varias, pero, para graduarse, tenían que pasar, necesariamente, por la Escuela de “Chombo” o sea el destacado hermano, Walter Ferreti. --Te quiero decir también, --me interrumpe-- que a Julio y al otro, llamado Lester, los que se llevaron los sacos, fueron severamente sancionados y yo tuve que salvarle el pellejo al tal Julio.

Resulta, que estando en Honduras, cayeron presos una centena de compañeros. A Emiliano lo llevaron a “Casa Mata”, comando especial de los “Chiapas”, de la guardia hondureña. --Éstos hacen una lista y escogen a 24 compañeros. Nos separan del resto, y a este grupo es al que deportan a Panamá; fuimos muy bien recibido por el General Torrijos. Y después... nada más y nada menos, que al Frente Sur Benjamín Zeledón, a la Base No. 10. Recuerdo que por allí, a esa base, se apareció el Chele Marcos (Oscar Cortés Marín) con otro muchacho. Y hace memoria Pancasán, como atrayendo el recuerdo... y refiriendo, que al final ─Escogen a tres compañeros para enviarlos como refuerzo a León, al Frente Occidental “Rigoberto López Pérez” (FORLP). Ellos fueron Emiliano, Carlos Colindres y el Chele Marcos, pero Carlos, no llegó a León. Quién sabe. Había desaparecido.

Entre los datos suministrados por su hijo Orontes Emilio Muñoz Mejía, en escritos encontrados por él, nos dice que después de Panamá, su papá: “...fue traslado a la frontera con Costa Rica, bajo la responsabilidad de “Emilio” Coronel Pichardo. Ubicado en la base con el compañero Ernesto Iván Montenegro Báez, operaron en la frontera Mogones, La Flor, Cárdenas, Peñas Blancas y Aduana...”.

Ya en León, lo ubican en la casa No. 15 de la Colonia Universidad. Allí estaba Doris Meza, Oscar Pérez Cassar (Pin), Roger Deshon (David), Edgar Lang Sacasa (Aurelio) y otros.

Con Edgar Lang, trasiega unos fusiles hacia el barrio de Sutiava, y luego se dirigieron a Poneloya, donde César Augusto Tífer. A Edgar no lo volvería a ver. Al día siguiente (16 de abril de 1979), llega Silvio Robelo en una Cherokee, --Alistate que acaban de matar a todos los del Estado Mayor en el Reparto Veracruz y la guardia viene para este lado. Y me dice Pancasán, --Que salen a toda prisa, increíble, a toda velocidad, con presteza. –Aligerate, que en esto yo me la sé toda, le gritaba Silvio… Salen a todo “tren”. Se meten a unas huertas con todo y camioneta, rompen cercos, abren camino entre unos sembríos, y como pueden, acortan camino, pero de cualquier manera pudieron salir. Al llegar a Sutiava recogen a Ana Isabel Morales, y se dirigen a diferentes lugares. Ese día y los subsiguientes, anduvieron como en 10 casas y muchas veces solamente permanecía por dos horas. Recuerda que lo llevaron a una casa, ubicada de la Casa Prío, ½ c. abajo, donde un Odontólogo, y la señora de dicha casa, cuando lo llamó para que probara “un bocado”, le dijo: “por favor sólo dos horas… ponen en peligro a mi esposo, a mis hijos y a todos…”. En verdad que la situación era de mucho peligro. Había mucha tención. Mucho miedo, todo estaba crispado, y nosotros teníamos que estar bien alerta, dice Pancasán.

Pero, aunque fuera así, la lucha no se podía detener, sobre todo, en estas circunstancias en la que habían caído, unos de los mejores cuadros del FSLN. –Hace hincapié Emiliano, y agrega, que él, Emiliano, estuvo en Sutiava, en casa de la familia Fonseca Bárcenas (de la que tiene muy buenos recuerdos), sobre todo de “La Sobrina”, Ana Rosa Fonseca Bárcenas. La que tenía la misión --siendo una niñita—de que, al que le preguntara quien era él, que contestara: “Él es mi tío”. Y desde ahí se convirtió en la “Sobrina Pancasán”.

--Nuevos cuadros llegan a la ciudad. Valiosos cuadros, y la tarea fervorosa de cada día, era recomponer todo. El Estado Mayor, el tendido organizativo, recuperar los planes o más bien actualizarlos, hacer nuevos planes según la situación. Organizar, entrenar a los compañeros de acuerdo a lo que sabíamos y a la experiencia adquirida en los años de bregar en la lucha. Así se iban incorporando otros hermanos valiosos que de diferentes partes o frentes, habían llegado. La actividad era febril, hermosa, sin desfallecimientos. Todos abrazábamos nuestros sueños: ¡sueños míos, tuyos, y de todos! En fin, eran sueños hermosos que volvían a florecer a pesar del golpe terrible recibido al perder a nuestros compañeros, a los valiosos cuadros del recién aniquilado Estado Mayor.

Y, me dice, Pancasán, emocionado. –Mirá, no importa las vicisitudes que te presente la lucha… los sinsabores de la misma vida… Aquí lo que siempre necesitamos, ¡Oí bien…! ¡Lo que se necesita o lo que uno necesita siempre, es mantenerse firme toda la vida! ¡Firme con un corazón lleno de amor!

En todo este ajetreo, me dice Emiliano, se fueron sumando muchos jóvenes. Se fueron conformando las respectivas columnas, las escuadras tácticas de combate, las famosas ETC. Yo fui Jefe de Columna, de la “Carlos Manuel Jarquín”, y tenía como político y segundo al mando a Jeremías, Carlos Soza Fonseca; pero había otro, excelente hombre, muy valiente, era El Cachorro Amaya (le tenía una confianza enorme); Tony, Efraín Ortega (no se me despegaba). También, estaban otros Jefes de Columna: Zacarías, Sergio Lira; Rodrigo González (Aurelio); El Chele Marcos, que es Oscar Cortés Marín; Umanzor, Eddy Reyes Baldizón... y los que se me escapan.

--La lucha fue terrible, pavorosa, nos enfrentamos a uno de los mejores ejércitos de América Latina, a los mejores hombres entrenados de la GN de Somoza. No, no era jugando aquello. Casi, nos matan. Yo salí herido en el lado izquierdo. Me pegaron en la Leona, en el puente. Eso fue terrible. Traían un poder de fuego endiablado. Pero, le hicimos como unas 114 bajas (más o menos).

“La lucha era muy dura, de mucho peligro, pero hermosa”, habla suave como reflexionando; cierra los ojos, se arrecuesta a la silla “abuelita”, para decir: --Y en esa hermosura de lucha, estaban a flote los mejores valores del pueblo humilde: la solidaridad, la hermandad, el compartir, el proteger, el dar sin esperar a recibir, el cooperar. Todos estos son principios de verdaderos revolucionarios, de los verdaderos cristianos. ¡La Fraternidad! Noble principio de Augusto C. Sandino, que conlleva la decisión de estar dispuestos al sacrificio, sin buscar y sobre todo sin pensar en prebendas.

¡No importa como se presente la vida! ¡Sí vos creés en algo, pues luchá por ello, y te aseguro que emocionalmente, espiritualmente, estarás preparado para la muerte. Suspiró hondamente, Emiliano.

--Yo, a pesar de estar solo, pobre, enfermo y abandonado, a no ser por ustedes los de aquí de León, que hasta han formado una Comisión de Atención y Tratamiento médico a Emiliano Pancasán, ¡Qué hermoso!, siempre me mantengo firme y me mantendré firme hasta la muerte. ¡Ah, espérate! También, gracias a mi hermana Leticia Herrera (comandante Vicky). ¡Tiene un corazón de oro! De su propio sueldo, me estuvo apoyando (1991... cada 17 de mes... como uno o dos años... pero, como a mí me daba mucha pena, dejé de visitarla, aunque ella siempre insistió en que llegara. (y, que cosa: si no estaba ella, me dejaba un sobre). Sólo ella lo podía haber hecho... Oíme, te voy a contar un episodio: duro y doloroso, pero bonito a la vez, muy sentimental. Pero antes quiero agradecer profundamente lo que ha hecho la Comisión de Atención, para la recuperación mía, un abrazo a: Marcia Jirón Mayorga, a María Teresa Zelaya Briones (Katty), a la Dra. Isabel Rizo Morales, y a mis hermanos, Uriel Danilo Altamirano Santana (El Gato Henry), Gabriel Cárcamo Lorío, Aníbal Nicolás Espinoza Maradiaga (Cabezón Aníbal), Salvador Padilla (Chaparro Mariano), Milcíades Montes (Manguerita) y Jerónimo Vargas Téllez. Y un abrazo para la mamá de Marcia, Dña. María Eugenia Mayorga y a todos los de mi columna los abrazo desde la distancia.

Pues bien, resulta que recién el triunfo revolucionario, yo quedé como responsable de la Defensa de León, con mi gente, los otros, andaban en la marcha hacia Managua. Y de ahí, quedé con el Abastecimiento de la Logística y por supuesto de armas de alto Calibre. Entonces, se aparecieron del lado de Condega, al Reparto Santa María, ubicado al oeste de León y a la salida carretera a Poneloya, José Dolores Talavera (Pedrón) y René Fonseca Marenco (hermano de Carlos), y como los ve que andan mal armado (armas de cacería), le da una USI, al primero, pero lo hace firmar un papel de “traslado de arma”. Se interrumpe, y me dice, ¡fueron días dolorosos los que pasé!, baja la voz y parecía que iba a llorar... Prosiguiendo, relata, --al otro, a René... –Hace una pausa larga-- le di una 50, pero siempre con papel escrito y firmado, porque “no soy chocho”. Pues bien, esto sirvió para que me quisiera acumular cargos Dora María Téllez. Pero, te voy a decir una cosa... es que ya se había “emponzoñado” una especie de celo raro contra mí.

--Que culpa tenía yo, que de 100 combatientes que llegaban al Estado a Mayor para gestionar diversas cosas, 99 me pidieran a mí, para que los atendiera. ¡Hombré, yo no tenía la culpa de haberme ganado el cariño de todos! Yo los trataba muy bien, platicábamos de su familia, de que cómo se sentían después del triunfo... Si podía, yo mismo les resolvía... Y si no había como resolverles, yo los trataba con cariño, con familiaridad... Me iba con ellos, andaba con ellos... Aunque algunos eran “rebeldes”, y se metían a “clavos” a mí me hacían caso.

--Fíjate, que “una de tantas” llega a la oficina del Estado Mayor, al lugar, que me habían dado como oficina para atender, uno de los familiares, donde yo había estado en Sutiava y que era uno de mis muchachos, Ulises Fonseca (Sam). Se presenta ante mí, y me dice: --Dispensame, Emiliano, tengo orden de capturarte. ¿Pero, por qué? –No sé. Eso fue en el mes de octubre de 1979. Y Pancasán, me dijo, que lo llevaron a una casa del Reparto Veracruz. Casa de una apreciable mujer, luchadora incansable, excelente, de nombre Irma Guido. Lo encierran en un cuarto, tapan ventanas y le echaron llave a la puerta. Irma, no sabía quien era la persona que estaba allí. Y entonces empezó a ponerse sentimental, porque una hija de ella, siempre preguntaba ¡qué quién era ese... porqué no lo sacan, y se ponía a llorar! A la par de eso, Emiliano, se había puesto en “Huelga de Hambre”, y no le aceptaba ninguna comida que le pasaba la compañera Irma. Esta se angustió de ver que lo habían llevado y abandonado... Sólo estaba un custodio que tenía también, que darle de comer. --¡Este hombre se me va a morir aquí mismo! ¡Esto no puede ser! Y se fue al Estado Mayor a presentar su inconformidad --Y llega mi Ángel de la Guarda, la comandante Vicky, (¿sabías vos, que fue suplente de la DN. en 1975? ¡Es una gran mujer! Entonces, comienza a discutir con el custodio que se resistía a cumplir sus órdenes, y le dice: --No sabés ¿quien soy yo? Dame la llave, si no, abro la puerta a patadas. ¡Qué injusticia, exclamó! Por fin fui liberado después de un mes de encierro... Hace una pausa y dice –Y, respiré profundamente aire de libertad.

Y prosigue, --Ya había inconformidad en mi columna por la desaparición mía. Se estaba presentando un descontento entre los combatientes populares. “Se les decía que andaba en una misión importante” pero ellos no lo creían. ¡Hombré, yo siempre pregunté! ¿De qué se me acusa? y Dora nunca dio la cara durante mi encierro. –“Es que Emiliano Pancasán, era solidario, fraterno y hermano. Él se sacrificaba por sus compañeros. Ese era Oscar Emilio Muñoz Lumbí. Un hombre fuera de serie”, me dice El Gato Henry.

--Bueno, y vino la dispensa... “Vamos a olvidar todo, vos te vas unos 15 días a Estelí. Vamos a decir que andás en otra misión; te llevás a tu chofer, Ernesto Traver y descansás... Sólo aguantó 15 días y se regresó... a continuar organizando. Como en los años 80-81, lo mandó a traer el comandante Edén Pastora. Estuvo por un tiempo como Capitán, Jefe de la Misión Pancasán, en la Base de Operaciones (BAO). Terminó siempre en el Ejercito Popular Sandinista, como Mayor, allá por el año de 1990.

¡Qué recuerdos éstos...! Antes de concluir, te diré una cosa curiosa; a mí me tocó trabajar bastante con los GN que se rindieron y luego se incorporaron a la lucha contra la dictadura: Pepsi, Modesto, Muñeco y Bienvenido. Tony o sea Efraín Ortega, que siempre anduvo conmigo, no se confiaba y me decía “cuidado Emiliano”, “ojo al Cristo”.

Bien, Emiliano. ¡Hagamos algo por la vida! Degustemos de una “sustancita” de pollo y de un bocadito de carnita asada, preparada para vos por María Teresa Zelaya (Katty) y Marcia Jirón Mayorga.

Edmundo Icaza Mendoza 12:39 a.m. 19 de abril de 2009 Col. 4 de Mayo. Casa No. 20. Bo. Zaragoza. Edicamen

domingo, 15 de abril de 2012

A LOS HÉROES Y MÁRTIRES DE VERACRUZ o MASACRE DE VERACRUZ.

MIS PALABRAS “UN GRITO Y UN CANTO” PARA LOS HÉROES

Al comenzar a hojear las páginas de este libro que me fue presentado por Francisco Jarquín Ramírez ─cariñosamente llamado por mi persona “Camilo Septiembre"─, y elaborado para ser consagrado a la memoria de los que murieron en la guerra de septiembre de 1978 y como un Imperecedero Homenaje a los Héroes de Veracruz, empecé a oír un susurro sugestivo que al ir leyendo, una a una dichas páginas, iba naciendo “un grito cristalino y un canto en mi conciencia”, como una voz que viajando por el tiempo me llevaba a un pasado reciente, porque en el mismo momento en que leía cada palabra, éstas tomaban vida: “como una caricia en los oídos de nuestros héroes amados”, dice su autor, “para depositarse en la conciencia de cada revolucionario”, lo que trajo a mi memoria histórica, la forja que con sangre, lágrimas y coraje, se templó en la fragua de lo que en aquel setenta y nueve, fuera lo que habría de ser ¡El Victorioso 19 de Julio!

Cuando Francisco Jarquín (Camilo), me comunicó, que me dejaba el original del libro para que yo escribiera estas palabras, me sentí tan emocionado y honrado, que una fuerte sacudida conmovió mi humanidad. La piel se me fue erizando a intervalos y un grueso nudo se me empezó a hacer en la garganta. Lentamente lo fui revisando… el título, las fotos, el pensamiento de introducción, la dedicatoria… en fin, el recorrido lo fui haciendo pausadamente… Transportándome en milésima de segundos a 27 años atrás, como si tal fuera el día de hoy.

En esa fecha 16 de abril de 1979, yo fungía como Director de la Radio Revista Noticiosa “Nueva Nicaragua”, fecha en que León y Nicaragua fue estremecida por un hecho sangriento y doloroso; y que, con el corazón compungido, tuve que organizar y cubrir la masacre de Veracruz, junto al equipo de periodistas integrado por Bernardo Hernández Rojas, Alfredo Tórrez Pérez, Salvador Hernández Salazar, Francisco Rojas, René Baltodano Lacayo (estudiante de Derecho), y como controlista Octavio Martínez (El Gusanito).

La guardia somocista, había masacrado a seis jóvenes entre hombres y mujeres, masacre ejecutada en contra de los miembros del Estado Mayor del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez”, los que después de ser capturados, fueron salvajemente golpeados y con sus ráfagas y “a quema ropa” fueron acribillados inmisericordemente, para luego seguir ensañándose en los cuerpos ya sin vida de los muchachos.

Este suceso, acaecido la tarde del 16 de abril de 1979, estremeció a toda Nicaragua. Seis de sus mejores cuadros habían caídos. Eran seis jóvenes que habían demostrado fielmente en su trayectoria de lucha, la decisión de ofrendar sus vidas en aras de la libertad de Nicaragua y ejemplarizada “por su combatividad, su entrega a la causa popular, su confianza en las masas, la fraternidad, la mística sandinista, el internacionalismo y su amor a la Patria, fueron sus cualidades principales”, nos dice Francisco Jarquín (Camilo).

¡Aquella fatal noticia nos levantó en vilo a todos! Los periodistas de la ciudad metropolitana, empezaron a movilizarse a lo inmediato utilizando todas las formas y medios para recabar detalles de tan sangriento hecho. Era necesario informar lo que la genocida guardia estaba perpetrando. León había sido sacudido por un tirón fuerte y súbito. Las fibras sensibles de los leoneses habían sido heridas y el dolor qué era agudo y punzante taladraba a profundidad el corazón.

La noticia corría como reguero de pólvora de casa en casa, de vecindario en vecindario. Y a pesar de la represión salvaje que se padecía para esos días, hubo movimiento en todos los sectores, especialmente en los populosos barrios de León, en los cuáles, los “muchachos”, se movilizaban de manera abierta, a luz pública y sin miedo, manifestando su reacción y respuesta decidida ante tal barbarie de odio y crimen. Un verdadero sismo se estaba gestando e iba a sacudir y conmover a la ciudad universitaria.

Las radios locales y de la capital, empezaron a vibrar el “flash” de última hora. La noticia que se estaba dando a conocer, era urgente, rápida, breve, y a veces atropellada pero resuelta; se daban detalles de todo lo que ocurría, la actividad era febril; y a pesar del peligro y los disímiles obstáculos encontrados, se hicieron cruentos esfuerzos para alcanzar la información y difundirla con la fuerza de la verdad por la conquista de la libertad.

A la mañana siguiente de tan tenebrosa tarde ─ya el 17 de abril─ y desde horas muy tempranas, me trasladé al antiguo Hospital San Vicente de Paul de esta ciudad, acompañado del Dr. Ciro Orozco Berríos, abogado de la Comunidad Indígena de Sutiava (CIS), en busca del pabellón donde estaba ubicada la morgue de dicho centro asistencial. Cuando llegamos, ya había un número considerable de gente en dicho recinto. La primera impresión impactante, con la que nos topamos allí mismo, fue la de seis compartimentos o gavetas abiertas… y en ellas, seis cuerpos yacían sin vida… con ostensible huellas de la masacre. Todos sus cuerpos estaban con innumerables orificios y con perforaciones dantescas, huellas del odio, del crimen y la barbarie.

El odio enfermizo de sus sicarios se había ensañado en los muchachos. Y con las muchachas, fue, la exaltación de la barbarie, de la bestialidad en manos de la crueldad, el tormento, y la deshumanización: éstas fueron violadas y torturadas hasta la muerte. El cuadro que estábamos presenciando, era estremecedor y doloroso. Algunas de las personas que estaban ahí presente, lloraban abiertamente. Otros crispaban sus puños y con las mandíbulas bien apretadas sollozaban silenciosamente y sus lágrimas que iban resbalando, descubrían caras congestionadas de ira y de dolor.

La gente seguía llegando, y sobre todo, los familiares que iban en busca de sus seres queridos. Y, hasta conocidos compañeros de lucha, que rompiendo con todas las medidas de seguridad, estaban ahí, buscando como identificar a los muchachos que yacían sin vida. Empecé con dificultad a emborronar las páginas de mi libreta y a escribir nombres como los de… Oscar Pérez Cassar, Roger Deshón Arguello, Carlos Manuel Jarquín, Aracelly Pérez, Idania Fernández, Edgar Lang Sacasa. Y al instante mismo trazaba rayas, flechas y paréntesis para ir anotando los seudónimos, que una voz casi quebrada por el dolor, me estaba dictando. Ese es Oscar, él es Pin…; aquél, Róger, es David…; ése es “Chinto”; Aracelly… Angelita…; ése otro es Aurelio… y no aguantó y rompió a llorar.

Mi humanidad se estremeció una vez más. Todo aquel cuadro era imposible de soportar. Ahí, estaban seis jóvenes salvajemente asesinados, seis jóvenes que habían abandonado la comodidad de sus hogares, para luchar por la libertad de Nicaragua. Mi mente y mi alma fueron estrujadas repentinamente, y al instante, fue creciendo en todos los corazones de los que estábamos ahí, una gradual y explosiva ira que se soltó en sollozo desgarrador. Era imposible ya de contenerse, mis ojos se enjugaron de lágrimas y en mi corazón se acumuló un agudo y pujante grito libertario, y ese mismo grito se cristalizó en los pechos que luego se volvió canto de una épica, que a voz en coro, y coronado de nobles ideales, fue entonado por un pueblo que levantó en alto la bandera sagrada y gloriosa de la Patria´, y la Roja y Negra de Sandino, porque “los revolucionarios asesinados, vivirán por la fuerza de la verdad”, fuerza que vibra en el pensamiento de este libro, que abre sus páginas para ver la luz pública en estas muy sentidas hojas de sus escritos intitulados El Precio de la Victoria.

Desde el primer momento que empecé a leer sus páginas, deteníame en sus pensamientos, en su dedicatoria; en las narrativas biográficas, los testimonios y acontecimientos, y de ellas mismas percibí que se desprendía tal fuerza, que sólo puede ser expresada por la limpieza de corazón y recogidas por “el Honor y la Gloria de los que se convirtieron en semilla y abono y que fueron entregando lo mejor de sí mismo, sus vidas” y que vivirán “porque su obra es inmortal y porque se fueron con el corazón desbordante de amor por la humanidad”, expresa su autor Francisco Jarquín (Camilo).

¿Y del día de los funerales? Los recuerdos vinieron a mí. Aquellos recuerdos nuevamente me comprimieron el corazón. ¡Cómo si tal fuera hoy, aquel mismo día! Como si lo estuviera viviendo ahora mismo, en este instante. ¡Cuántas y tantas cosas acontecieron!


Los “compas” a plena luz del día se movilizaban de un lado para otro. Conocidos dirigentes universitarios, profesionales, sindicales e intelectuales se movían compungidos en las calles de León. Otros venían acompañando los restos mortales de los hermanos caídos, y por doquier, se veían “puñados” de silenciosos hombres y mujeres, dirigiéndose al barrio de San Felipe, para decirles el último adiós a los “muchachos”.


¡Ahí estaba un buen grupo de leoneses desafiantes! No importándoles lo que les pudiera suceder. El ambiente se podía tocar. Era un ambiente triste, árido, con un eco local, como vacío, terrorífico. Era un doliente y sentido momento en León. Se palpaban los deseos vehementes de accionar, y salir y de ese “mai” picado.

Los “muchachos” apostados por los cuatros costados “menudeaban” en el cementerio de San Felipe. Y el compa “Cundo” acercándose, me dijo bajito: ─no se preocupe, que todo está bajo control y la guardia está “chiveada” desde ayer, y está cusuqueando…” En verdad que la guardia estaba reconcentrada en sus cuarteles… expectantes… Y por primera vez espantada ¡Ante aquello que estaba por revelarse!

Mincho Jirón, que estaba debajo de un palo de “Quelite”, y que había observado al muchacho, se puso un poco preocupado y me dijo: ─¿qué pasa? ─Nada, hombre, él dice que todo lo tienen controlado. ¡Y un inquietante viento, con soplo de rebeldía, helado e insurreccionado, se metía debajo de nuestra ropa y que picando la piel y calando los huesos, nos llamaba la atención del momento!

Con el cabello alborotado, y ante aquellas pechadas de viento que casi me hacían caer, y con los labios apretados, y frías las mejillas, mi voz se hizo oír y sentir, en el preciso instante en que se les daba cristiana sepultura a los héroes caídos, era la voz de un periodista! ─¡La lucha por la libertad y la conquista del poder, se hace decisiva, el rostro de la barbarie y del odio ha sido mostrado nuevamente por Somoza y la criminal guardia genocida. La sangre de nuestros hermanos no puede ser vertida en vano─, y fui nombrando a cada uno de los héroes… y un coro al unísono contestaba ¡Presente! ¡Presente! ¡Presente!

─¡Compañeros! No venimos a decirles adiós, venimos a decirles que la lucha sigue, y como proclamara el General Sandino: “nosotros vamos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte, y si morimos, no importa, otros nos seguirán”. Era la génesis de la Voz Oficial del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez”, que el 9 de junio estaba en las ondas hertziana: ¡Aquí, Radio Venceremos… Transmitiendo desde algún lugar de Occidente!

Y, cuando los hermanos estaban siendo depositados en el seno de la madre tierra, se levantó el viento, indócil, y enredándose entre las ramas de los árboles vigilantes, se fue deslizando por el tendido de alambres que cubrían el contorno del Campo Santo, lanzando un agudo suspiro que trascendiendo en el aquel instante doliente, transformóse en ¡UN GRITO Y UN CANTO¡ y aferrando fuertemente en sus manos de patriota, ondeaba la Bandera Azul y Blanco de la Patria, y la Roja y Negra, del FSLN, continuador del legado histórico del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, aunque se pagara con ¡El Precio de la Victoria!

Autor: Edmundo Icaza Mendoza, poeta y periodista. Fundador de Radio Venceremos, Voz Oficial del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez”. Elaborado a las 11:01 a.m. del 3 de mayo de 2006.

**Leído en el acto de Presentación del libro “El Precio de la Victoria” en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, núcleo de León, presidido por la Máster Dra. Maritza Vargas Páiz, Vice-Rectora de la UNAN-León y del autor del libro Francisco Jarquín Ramírez (Camilo).

Hora: 06:00 p.m. Día: Martes 11 de Diciembre de 2007.

sábado, 14 de abril de 2012

REPASANDO SUEÑOS


REPASANDO SUEÑOS HERMOSOS

Al insigne combatiente y Jefe de Columna «Emiliano Pancasán», Oscar Emilio Muñoz Lumbí, lo conocí cuando anduve con Bernardo Hernández Rojas (H2O) y Francisco Nicolás Rojas Díaz (Vinicio), en aquellos avatares días de la Radio Venceremos: «Voz Oficial del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez” (FORLP)», que durante la “Insurrección Final” y en el trabajo de reportero, redactor y voz caracterizada de la radio clandestina en el pleno fragor del combate, supimos cumplir las misiones encomendados en ese mes de junio de 1979, como periodistas revolucionarios, miembros de la intrépida Asociación de Periodistas Independientes de León (APIL), la de un Eligio Álvarez Montalván, irredento tío del gran líder estudiantil Edgar Munguía Álvarez (El Gato Munguía), sobre-nombre con que lo conocíamos los muchachos del sector de la Capilla San Juan de Dios., por donde vivió, pieza vecina donde se editaba el Universal que dirigía el periodista Dagoberto Sáenz Arauz.

A Emiliano Pancasán, lo vieron por “El Laborío”, “Sutiava”, “Poneloya”, movilizándose de este a oeste en un trabajo incansable que realizó en ese sector de León. Él se relacionaba con toda la gente y el trato con sus combatientes miembros de su columna era fuerte, disciplinado, duro; pero generoso, amable y fraterno cuando era necesario. Fue uno de los pocos Jefes de Columnas que “siempre dio la cara”. Era muy popular, muy querido, no había ningún combatiente que no lo admirara.

Y cuando dije que lo vieron, es porque todos los vimos, yo también lo vi. Y lo digo con mucha emoción, cuando nos recibieron, exactamente: de la esquina de “Luis Mena”, Barrio El Laborío, 4 c. al Oeste, ½ c. al Sur, primeramente “Abel” (Guadalupe Moreno) y después “Jeremías” (Carlos Sosa), al otro lado de la calle de lo que hoy es un colegio, otrora la plaza de El Laborío, para luego llevarnos a la esquina norte, donde estaba “el comando del pueblo”, y allí nos recibió Emiliano Pancasán muy amablemente, a pesar de la tensión de ese momento, porque una joven de nombre Mercedes, llamaba apresuradamente a Jeremías –Compita Jeremías, dicen que viene metiéndose la guardia por el Río Chiquito--. Pero él, Emiliano, imperturbable, amable, sencillo y enérgico, daba órdenes a uno y a otro, mientras tomaba un “papel” y escribía algo y nos lo entregó. Era un pase para que nosotros pudiéramos recorrer y trasladarnos por sus vías de comunicación (la que ellos manejaban), de una manera segura. Nos facilitó una camioneta roja de tina, que con su conductor y 2 combatientes más, les ordenó a los “compas” que nos cuidaran y nos llevaran a una importante reunión donde nacería una radio, que vendría ser, poco después, Radio Venceremos.

Pero quien es Emiliano Pancasán. Pues es el hombre que “se paseo” por tres frentes de guerra. --“Y por gracias a Dios, estoy vivo, no perecí. Y pude conocer a grandes y valientes muchachos”, dice Oscar Emilio Muñoz Lumbí.

Podemos resumir así, este recorrido: La primera experiencia la obtiene en Matagalpa, porque él es matagalpino. Se incorpora al Frente Norte Carlos Fonseca, cuando la situación se torna difícil, pues llegó un momento en que él se encontraba “muy colorado”, por lo que decidió irse al monte. Anduvo con “Chepe” González. El Frente Norte era dirigido por el Comandante Bayardo Arce Castaño (Chepe León). Emiliano se da cuenta que iba a haber movimiento en Estelí, y ya allí estaba “Chico” Rivera, El Zorro con su columna. Hace contacto con “8” que eras Antenor Rosales, y participa en la primera toma de la heroica Estelí, siempre al mando de “El Capi”.

Llega Julio Ponce Zavala (David), al lugar donde él se encontraba. Le contó que tenía la misión de escoger a 10 hombres de mucha confianza, y que le gustaría que aceptara para algo muy especial. Emiliano dice: “que recuerda que otro de los escogidos fue un campesino que le decían “Rompe Monte” de apellido Toruño, fiera a abrir senderos, atajos, trochas”.

Partieron rumbo al Refugio, donde los esperaba Francisco Rivera “El Zorro”, hermano de Filemón Rivera. Llegaron como a las 6:00 p.m. –Y les dijo: Esta es un misión especial; en estos sacos (2) van unos mensajes importantes y en Honduras tienen que ser recibidos. Pase lo que pase, no pueden caer en manos enemigas. Tienen que llegar a su destino. Recuerden: “en estos dos sacos llevan mensajes muy importantes…”, repite El Zorro.

Salen y comienzan a caminar. Se van encontrando con zonas de campo abierto, por lo que tienen que tomar mucho más medidas de seguridad para no ser detectados. Llegan a un punto que no hay protección de árboles. Entonces Emiliano propone: --Que bajaran uno a uno, para no levantar sospecha. Y que él iniciaría el descenso y al llegar a determinado punto, les haría señas para que fueran bajando. Y va… que espera… nadie baja. Medio día y nada. Queda solo. Decide penetrar a Honduras y con la contraseña que lleva “donde se encuentra la Hacienda Matorrales”, hacer contacto y referir lo acontecido. Camina 10 días y lo hace de noche y descansa de día. Llega al lugar convenido y hace la pregunta a varias personas y no encuentra respuesta.

Pero de repente ve pasar un carro con placa NS (Nueva Segovia) y se dice, éste es de allá. Y le parece reconocer al que sacó la cabeza. Sigue rápidamente al carro, y le hace la pregunta. --“Y… Ah, pero sos vos. –Sí, hombre, yo soy el enlace. –Era, dice “Pancasán”, René Fonseca Marenco, hermano de parte de madre de Carlos Fonseca, (con Carlos, yo estudié segundo grado en la escuela del barrio El Laborío de Matagalpa, enfatiza Emiliano).

Lo ubican en una casa de una señora extraordinaria, conocida como la “Abuela”. Ella atendía a varios compañeros, les daba de comer, los protegía y hasta municiones les compraba con su propio dinero). Allí lo recibió Aracely Pérez (Psicóloga), mexicana, quien lo entrevistó sobre diversos aspectos. Después se encontró con “El Zorro” al que le relató todo lo ocurrido. Éste le encargó una escuelita militar (había varias) y para graduarse tenían que pasar por la Escuela de “Chombo”.

Resulta que cayeron preso en Honduras una centena de compañeros. A Emiliano lo llevaron a “Casa Mata”, comando especial de la guardia de Honduras. --Hacen una lista y escogen a 24 compañeros, nos separan del resto y a este grupo es al que mandan a panamá. Fuimos muy bien recibido por el General Torrijos. Y después, nada más y nada menos, que al Frente Sur Benjamín Zeledón, a la Base No. 10. Recuerdo que por ahí, a esa base, se aparece el Chele Marcos (Oscar Cortés) con otro muchacho--. Hace memoria Pancasán, refiriendo, que al final escogen a tres compañeros para enviarlos como refuerzo a León, al Frente Occidental “Rigoberto López Pérez” (FORLP). Ellos fueron (Emiliano, Carlos Colindres y el Chele Marcos), pero Carlos, no llegó a León. Se había ido.

Ya en León, lo ubican en la casa No. 15 de la Colonia Universidad. Allí estaba Doris Meza, Pin (Oscar Pérez Cassar), Roger Deshon (David), Edgar Lang Sacasa (Aurelio) y otros.

Con Edgar Lang, trasiega unos fusiles hacia el barrio de Sutiava. Y luego se dirigieron a Poneloya, donde César Augusto Tífer. A Edgar no lo volvería a ver. Al día siguiente (16 de abril de 1979), llega Silvio Robelo en una Cherokee, --Alistate que acaban de matar a todos los del Estado Mayor en el Reparto Veracruz y la guardia viene para este lado. --Me dice Pancasán. Y salen a toda prisa, con presteza. –Aligerate, que en esto yo me la sé toda, le grita Silvio…. Salen a “todo tren”. Se meten a unas huertas con todo y camioneta, rompen cercos, abren camino entre unos sembríos, y como pueden acortan camino de cualquier manera. Al llegar a Sutiava recogen a Ana Isabel Morales. Ese día y los subsiguientes, anduvieron como en 10 casas y muchas veces solamente permanecía por dos horas. Recuerda que lo llevaron a una casa, ubicada de la Casa Prío, ½ c. abajo, donde un Odontólogo, y la señora de dicha casa, cuando lo llamó para que probara “un bocado”, le dijo: “por favor sólo dos horas… ponen en peligro a mi esposo, a mis hijos y a todos…”. En verdad que la situación era de mucho peligro. Había mucha tención. Mucho miedo, todo estaba crispado, y nosotros teníamos que estar bien alerta.

Pero, la lucha no se podía detener, sobre todo en estas circunstancias en la que habían caído, unos de los mejores cuadros del FSLN. Emiliano, estuvo en Sutiava, en casa de la familia Fonseca Bárcenas (de la que tiene muy buenos recuerdos), sobre todo de “La Sobrina”, Ana Rosa Fonseca Bárcenas. La que tenía la misión --siendo una niñita—de que, al que le preguntara quien era él, que contestara: El es mi tío. Y desde ahí se convirtió en la “Sobrina Pancasán”.

--Nuevos cuadros llegan a la ciudad. Valiosos cuadros y la tarea fervorosa de cada día, era recomponer todo. El Estado Mayor, el tendido organizativo, recuperar los planes o más bien actualizarlos, hacer nuevos planes según la situación. Organizar, entrenar a los compañeros de acuerdo a lo que sabíamos y de la experiencia adquirida en los años de bregar en la lucha. Así se iban incorporando otros hermanos valiosos que de diferentes partes o frentes, habían llegado. La actividad era febril, hermosa, sin desfallecimientos. Todos abrazábamos nuestros sueños: sueños míos, tuyos, y de todos. En fin, eran sueños hermosos que volvían a florecer a pesar del golpe terrible recibido al perder a nuestros compañeros, a los valiosos cuadros del recién aniquilado Estado Mayor.

–Y, me dice Pancasán, emocionado. –Mira, no importa las vicisitudes que te presente la lucha… los sinsabores de la misma vida… aquí lo que siempre necesitamos, ¡oí bien…, lo se necesita siempre, es mantenerse firme, toda la vida, firme con un corazón lleno de amor!

En todo este ajetreo se fueron sumando muchos jóvenes y se fueron conformando las respectivas columnas, las escuadras tácticas de combate, las famosas ETC. Yo fui jefe de columna y tenía como segundo al mando a Jeremías. También estaba, Zacarías, otro jefe de columna. Rodrigo González (Aurelio), El Chele Marcos, Umanzor,

“La lucha era muy dura, de mucho peligro pero hermosa.”

sábado, 7 de abril de 2012

VOCABLOS, FRASES, ORACIONES Y OTROS

VOCABLOS, FRASES, ORACIONES Y OTROS

A – “...tras quejarse sobre irregularidades en el otorgamiento de contratos. – “... criticó los "métodos" usados en la investigación periodística. Sin embargo, confirmó que las cartas eran auténticas al expresar "tristeza por la publicación de documentos reservados".

Descubrió una red de corrupción, nepotismo y tráfico de influencias... Por”drásticas medidas”... lo transfieren... (por denunciar la corrupción.

"que velaban por sus propios intereses más que por los nuestros".

-Azul…, aparece en Valparaíso, Chile el 30 de julio de 1888. Juan Valera se refiere a este libro en sus dos cartas el 22 y el 29 de octubre de 1889 que publicó en sus famosas “Cartas americanas”.

-Aplique: adorno, ornamento, decoración.-

-Asceta: ermitaño, insociable, solitario.- Filisteo: pueblo que luchó contra los
israelitas; persona de espíritu vulgar.

-Díptico o díptica: Se conoce como dípticos -en latín diptycha- a ciertas placas de marfil, madera o metal, decoradas con relieves o pinturas y unidas de modo que puedan plegarse como las tapas de un libro. Si constan de tres hojas se denominan trípticos, y si tienen más, polípticos.

-Exégeta: revelador, traductor.-

- Idiosincrasia: idiosincrasia. 1. f. Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.

- Ése: Un usuario de La Palabra Al Día pregunta: Tengo dudas sobre la tilde en ese en la frase «en ése momento se desconocía su fecha de nacimiento en ésa ciudad, con ése nombre»

R.: La última normativa indica preferencia de las academias por suprimir la tilde de los demostrativos (preferencia que es resistida por muchos usuarios del idioma), pero que, en todo caso, se refiere a los pronombres demostrativos, nunca a los adjetivos demostrativos que jamás se acentúan ortográficamente.

-Rosalía de castro: Además, es considerada junto con Gustavo Adolfo Bécquer,
como la precursora de la poesía española moderna.

-Ópera parva: ópera pequeña.
Palio: Especie de dosel colocado sobre cuatro o más varas largas, bajo el cual se lleva procesionalmente el Santísimo Sacramento, o una imagen. Lo usan también los jefes de Estado, el Papa y algunos prelados.
-Pasiones humanas: lo bueno y lo malo. El placer y el displacer. El placer (según lo que nosotros creemos que es bueno o placentero); lo malo (como lo desagradable a nuestra sensibilidad). Parecen que están, aun sobre la razón. Parece que nos mueven a hacer cosas que ellas nos dictan. Hay deseos o aversión. (...el suceso que puesto que recordamos placentero o displacentero y que por lo tanto desearemos o le tendremos aversión aparecerán en nosotros las pasiones de… tristeza-miedo-esperanza-alegría según sea el caso.

─Rubén nace el 18 de Enero de 1867 y muere a las 10:15 p.m. del 6 de febrero
de 1916. Parte para Chile en 1886, publica Abrojos en 1887 apoyado Pedro
Balmaceda Toro. ------Lo más revolucionario de Azul…son los cuentos en prosa. Aquí encontramos musicalidad en la prosa e introduce el cuento parisiense, género representado por Armand Silvestre, René Maizeroy sobre todo Catulle Mendés su inspirador. Son composiciones cortas, de tendencia erótica, protagonista jóvenes mundanos de las grandes ciudades, ambiente elegante. Ejemplo: El pájaro Azul, La ninfa, La muerte de la emperatriz de la China, El sátiro sordo y el Rey burgués.- Lo más revolucionario de Azul… “es la modificación de la estructura interior de la frase…” El ritmo lo persigue con mayor cuidado, logrando versos perfectos por el acentos: cantemos el oro, esclavo/despreciado por Jerónimo,/arrojado por Antonio (los tres octosílabos). ----Según Eduardo Arellano, en Azul recogemos toda una empresa renovadora: aborda motivos y temas que aparecerán en libros posteriores, segunda, Darío introduce su proyección fundamental de su mundo poético, tercera, el autor realizó su proyecto cultural.

**El cisne, ave olímpica, símbolo de la belleza y la pureza.

**Otros motivos: el bosque mitológico, las joyas y pedrerías, centauros y palomas, ninfas, sátiros y bacantes .-Fauno- (toda la decoración y motivos modernistas), que Darío emplea para combatir y rechazar la superficialidad y banalidad burguesa.

**El mundo poético de Darío, dice Arellano: señala cinco almas de Rubén: alma evangélica, la antigua, la primitiva, la moderna y la oriental. –la erótica-

**Darío manifiesta su concepción espiritualista del mundo: Dios, el hombre, la vocación, el arte.

**Darío proclama su ideología estética: Yo no tengo una literatura “mía”, −como lo ha manifestado una autoridad−, para marcar el rumbo a los demás: mi literatura es mía en mí; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal…

**Citando a Wagner, Darío dice: “Lo primer, no imitar a nadie, y sobre todo a mí”. Es decir originalidad. Sí, originalidad conquistada a fuerza de lecturas.

**Venus: el amor inmortal; Psiquis: el al alma inmortal; Leda la amada ideal. Apolo: el espíritu por el arte; Pan el mundo sensual de la naturaleza. Orfeo: el divino poder de la Armonía

**El ansia de amor va siempre unida a “una sed nunca apagada de poesía”. Y el ansia de su superación poética tampoco se apagaba. Y cada vez más exigente consigo mismo en busca de la “eternidad”. –“Como hombre he vivido en lo cotidiano, como poeta no he claudicado nunca, pues siempre he tendido a la eternidad.” El tendía por la superación a la inmortalidad de sus letras.

“Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo…”

**el ritmo del universo Rubén lo visualiza a través de la figura de Pan: “Pan junta la soberbia de la montaña agreste/al ritmo de la inmensa mecánica celeste.”

O en la Satiresa, que une “carne y alma a la esfera celeste: “Tú que fuiste –me dijo- un antiguo argonauta,/alma que el sol sonrosa y que la mal zafira,/sabe que está el secreto de todo ritmo y pauta/en unir carne y alma a la esfera que gira…”

▬(“¿quién que es no es romántico? Aquel que no sepa de amor ni de cántico que se ahorque de un pino será lo mejor”),

─ “Y la primera ley, creador: crear. Bufe el eunuco. Cuando una musa te dé un hijo, queden las otras en cinta.”

-Monosílabos: fue, fui, dio, vio se escriben sin acento.

-Párrafo: un párrafo es un enunciado o un grupo de enunciados que desarrollan en forma clara y suficiente un sentido completo.

-Excusa, Justificación

-Soterrar: enterrar.

-Sentimental. (De sentimiento). adj. Que alberga o suscita sentimientos tiernos o amorosos.

-Sentimental: La novela sentimental es un subgénero dentro de la novela romántica. Es aquel tipo que trata con profundidad los sentimientos, ya sean amorosos, de amistad o fraternales, y en el que, por lo tanto, las escenas sexuales son más ligeras.

Siglo de Oro se entiende la época clásica o de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII. Ciñéndose a fechas concretas de acontecimientos clave, abarca desde la publicación de la Gramática castellana de Nebrija en 1492 hasta la muerte de Calderón en 1681.
-S) Alegoría, del griego allegorein «hablar figuradamente», es una figura literaria o tema artístico que pretende representar una idea valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos. Así sea una mujer ciega con una balanza, es alegoría de la justicia, y un esqueleto provisto de guadaña es alegoría de la muerte. Por su carácter evocador, se empleó profusamente como recurso en temas religiosos y profanos. Fue usada desde la antigüedad, en la época del Egipto faraónico, la Antigua Grecia, Roma, la Edad Media o el Barroco.

-S) Desde los años finales del s. IXX se venía sucediendo una series de cambios en la literatura hispanoamericana, impulsados por circunstancias, valores e ideas propias de una renovación. Ej.: avance de las ciencias y la técnica, aparición de la teoría del psicoanálisis (Sigmund Freud), revoluciones como la mexicana (1910), la bolchevique (1917), primera y segunda guerra mundial (1914-1918 y 1939.1945), superpoblación de ciudades. Renovación en el arte: fotografía y cine, corrientes estéticas como: el futurismo en Francia e Italia, el expresionismo en Alemania, el cubismo en Francia y España, el dadaísmo en Suiza y Alemania, el surrealismo en Francia, el ultraísmo en España. La aparición de pensamientos filosóficos como el vitalismo, el irracionalismo, y el existencialismo.

En la línea literaria, el vanguardismo viene a romper con todo. Entran a una nueva época, la modernidad y se extiende a Latinoamérica, con el creacionismo de Vicente Huidobro (chileno) y su obra Horizonte Cuadrado (1917), y luego pasó a Perú con César Vallejo y su obra Trilce.


-S) Brote, puyón, retoño, tallo

-S) La angustia, la desesperanza, elementos existencialistas.

-S) Se disputan los favores

-S) Simbolismo de Cristo: el águila, del cordero, el pez etc.

-S) Rubén Darío fue llamado "El príncipe de las letras castellanas" y "Padre del modernismo"

-S) Ya en esta época (contaba catorce años) proyectó publicar un primer libro, Poesías y artículos en prosa, que no vería la luz hasta el cincuentenario de su muerte.

-S) Por entonces continuaba experimentando con nuevas formas poéticas, e incluso llegó a tener un libro listo para su impresión, que iba a titularse Epístolas y poemas. Este segundo libro tampoco llegó a publicarse: habría de esperar hasta 1888, en que apareció por fin con el título de Primeras notas.

-S) "galicismo mental".

-S) Con motivo de la intervención militar de los Estados Unidos en Cuba, Rubén Darío acuñó, dos años antes que lo hiciera José Enrique Rodó, la oposición metafórica entre Ariel (personificación de Latinoamérica) y Calibán (el monstruo que representa metafóricamente los Estados Unidos).

-S) El término «América Latina» se emplea en la denominación de los países americanos de habla española y portuguesa en oposición a los países de origen y cultura anglosajones. Esta connotación es sinónimo de Iberoamérica, es impulsada por España, y se usa en los países latinoamericanos en los casos en que se refieren a su relación con la península Ibérica.

En la jerga internacional geopolítica es común usar el término compuesto América Latina y el Caribe para designar todos los territorios del Hemisferio Occidental que se extienden al sur de los Estados Unidos, incluyendo los países de habla no latina.

Según la definición oficial de la Real Academia Española, «América Latina» es el conjunto de países del continente americano en que se hablan lenguas romances, específicamente español, portugués y francés.[4] De acuerdo con esta definición, «América Latina» incluye a Hispanoamérica (países de habla española), Brasil (de habla portuguesa) y Haití (donde el francés es lengua oficial aunque el criollo haitiano es el idioma comúnmente utilizado).

-S. Onírico: perteneciente a los sueños.

-S ) Arcipreste: arcipreste. (Del lat. tardío archipresby̆ter). m. Dignidad en las iglesias catedrales. || 2. Presbítero que, por nombramiento del obispo, ejerce ciertas atribuciones sobre los curas e iglesias de un territorio determinado. || 3. En lo antiguo, el primero o principal de los presbíteros.

-S) Retruécano: retruécano. m. Inversión de los términos de una proposición o cláusula en otra subsiguiente para que el sentido de esta última forme contraste o antítesis con el de la anterior. U. para referirse a otros juegos de palabras. || 2. Ret. Figura que consiste en aquella inversión de términos.

-S. Gramática. Recuerda:*Las subordinadas sustantivas complementarias directas de un verbo se constituyen con que: Dijo que no fueras. (Es un error decir o escribir: Dijo de que no fueras). Este problema se presenta con frecuencia con verbos como decir, contar, pensar y otros de significado parecido.

-Tiempos históricos:
Edad Antigua que remonta de 6000 años a de C. hasta el derrumbamiento del Imperio Romano de Occidente en el año 476 después de Cristo.

Edad Media: del año 476 d. de C., hasta el año 1453 cuando cae Constantinopla, capital del imperio Romano de Oriente, en manos de los turcos.

Edad Moderna: de la caída de Constantinopla en 1453 y termina en 1789, año de la célebre Revolución Francesa.

Edad Contemporánea: de 1789, hasta nuestros días.

-Onfalia: Hércules o Heracles se enamoró perdidamente, se abandonó a los placeres del amor y se dice que vistió de mujer, sostuvo junto a la rueca de Onfalia la cesta mientras ella vestida con la piel del León de Nemea y el mazo de Hércules, hilaba con sus doncellas.

-Trashumar. (Dl lat. trans, de la otra parte, y humus, tierra). intr. Dicho del
ganado: Pasar con sus conductores desde las dehesas de invierno a las de
verano, y viceversa. || 2. Dicho de una persona: Cambiar periódicamente
de lugar.

-Vituperable: censurable, reprochable.-