EL CACIQUE ADIAC
En la Ciudad de León y sobre todo en el "Pueblo de Sutiava"
se mantiene ese sentimiento de orgullo, de sangre Indo-Hispana,
de esa sangre aborigen a la que le cantó "El Poeta Chorotega",
Antenor Sandino Hernández, y hoy por hoy, en el sitio del árbol
"El Tamarindón" se mantiene la visita a este legendario árbol por los visitantes
extranjeros y nacionales, los jóvenes estudiantes que en excursiones hacen acto
de presencia. Y es y será un símbolo de lucha, de entereza y de rebeldía para el
¡Gran Pueblo de Sutiava!
Edicamen.
viernes 18 de mayo de 2007
El Cacique Adiac
Unos de los valores más representativos del pueblo indígena de Subtiaba, de importancia y que llena de orgullo, identidad y patriotismo es la leyenda del cacique Adiac que también se le conoce como cacique del Tamarindón.
Dicen los abuelos que el Cacique fue el que recibió a los emigrantes leoneses que pretendiendo asilo temporal, llegaron hasta sus aposentos. Él juntó a una delegación de sus guerreros y el concejo de ancianos, dialogaron y negociaron la estadía temporal.
Se cuenta que fue un gran guerrero, de batallas en Olocotón, El Apante, El Opico, Orota y el Ostayo. Se dice que Adiac confió mucho en la palabra de sus vecinos y que por eso fue capturado al noroeste de Subtiaba, asesinado y colgado en el antiguo árbol del Tamarindón. Como símbolo de terror y [provocar] secuela sicológica, fue dejado por días como para doblegar el coraje de su pueblo.
A pesar del anonimato y el bozal histórico que algunos imponen, Adiac vive en el corazón y nervio de cada descendiente de Subtiaba. Sigue vivo en la memoria colectiva la figura de este hombre.
A pesar de los atropellos, esta leyenda no sufrió transformación a partir de la realidad y continúa vigente.
Más que una leyenda es un ejemplo de casta y heroísmo.
Publicado por Mendoza en 21:13
No hay comentarios:
Publicar un comentario