SUFRIMIENTO
¿Para quién es?
¡Sólo yo lo sé!
***
Nadie, pero nadie sabe, lo que el corazón
padece
Y tal parece, que de la alegría, uno canta
y diga
Y siga a la brisa que salpica a mi semblante
y busque en su
crepúsculo matinal
al alba, en la
que se levanta mi alma
en derroche de
vuelos perennes.
Y él, siempre padece, aun, en mi oscuridad alumbre
la lumbre
Aunque el gozo en la alegría se pose, y diría:
padezco
Y crezco en mi fantasía en la risa dorada
y en el
temblor de las nubes
y en el
palpitar de las quebradas
en la
intermitencia de la luz vespertina.
El corazón padece, de dolor, mal terrible
el de ella
¿Pero quién es? Y queda todo en mi corazón
quejoso
Y mi gozo se posa en la misma alegría
aunque el
dolor siempre persista doler,
y la luz del
declinar de la tarde
me dé igual
dolor, que la luz del alba.
¡Tú serás
mi dolor!
Edicamen
3:20 p.m. 2 diciembre 2014
Col. 4 de Mayo. Zaragoza.
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