“CUADERNOS “EDICAMEN”
Un aporte a la Cultura, al Arte, la Reflexión y a la Poesía
Edmundo Icaza Mendoza
Poeta y periodista
León, Nicaragua, C. A.
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PARA EL SELECTO
AMIGO, FERNANDO
JOSÉ NÚÑEZ. ¡MIS
CONGRATULACIONES
EN SU HOMENAJE!
1º Junio-2012.
¡Antes de llegar
a la Alianza Francesa
(León-Nicaragua), sentí
una emoción propia del Alma!
SEMBLANZA DE
FERNANDO JOSÉ NÚÑEZ
“Yo soy poesía, fui creado por el amor”
Moderador de Foros Temas Varios y Sensuales de
‘El Rincón del Poeta’
(Edicamen)
DISCURSO-SEMBLANZA"
¡Antes de llegar al local de la Alianza
Francesa de León, Nicaragua, me sacudió un arrebato indescriptible, emoción que
no la puedo descifrar... porque son emociones propias del Alma...!"
PARA EL SELECTO
AMIGO, FERNANDO JOSÉ NÚÑEZ. ¡MIS CONGRATULACIONES EN SU HOMENAJE!
Distinguida y amable
concurrencia.
Amigas y amigos.
Estas palabras que
voy a expresar, recogen mi franco y sincero aprecio, para Fernando José Núñez
López, el “Homenajeado la noche de Hoy”, por parte de "Los amigos y amigas
de la Alianza Francesa de León", reconociendo su talento, su ilustración y
la labor cultural que ha desarrollado en esta ciudad Universitaria.
Noche ésta, calada de
fraternidad. A la que nos une, una indiscutible amistad, entre muchos de los
presentes.
El próximo 4 de
julio, estaré cumpliendo 50 años de amistad con Fernando José. ¿Y, cómo no voy
a sentirme grandemente emocionado, al decir estas palabras, para mi hermano de
muchas aventuras?
Pues, me decía,
Fernando José Núñez, “que esta noche, se selle el resurgimiento en León, de la
confraternidad de los poetas, que la concurrencia de ellos, y de todas las
generaciones, juntos... prendamos el ánimo de poesía”, y que: “se multipliquen
los conciertos, los recitales y las tertulias poéticas y se aclame a la poesía,
en todos los corazones leoneses, como proclamara el Dr. Frank Lanzas Ayón en
1966 en su libro, Paracaídas del Recuerdo”. Porque él insistía que había que
hacerse: “por medio de recitales y por todas partes...”, “.para mitigar dolores
y pesares, de seres que tienen hambre y sed de justicia.”,
La vida de Fernando
José Núñez, a mí entender, es muy interesante; ▬maestro Núñez le digo yo, con mucho
cariño▬, y al escribir estas letras, vienen a mi mente, aquellos tiempos de la
Escuela Superior de Varones “Simón Bolívar”, cuando le decíamos “maestro” a
talentos como a Dn. Octavio Quintana González, al maestro Enrique Jirón
Balladares o al maestro Tomás Sarria Tijerino, hombres de saber e ilustración.
Y, es que Fernando
Núñez, es un talento. Desde niño demostró su precocidad y ya joven, era capaz
de aprenderse de memoria las lecciones y declamarlas con su estilo original y
elocuente.
Yo tuve la
oportunidad, como muchos de los que estamos aquí presente, de escuchar algún
capítulo del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, o la Carta a Fanny
Duvillars de Simón Bolívar, o los poemas largos de Rubén Darío, con una
magistral esplendidez.
También, desde joven,
su vida, fue muy agitada, con súbitas alteraciones y cambios bruscos, los que
ha sufrido con frecuencia, pero siempre él, ha sido valiente para enfrentarlos.
Quiero hablar un poco
de su vida personal e intelectual del Homenajeado, y aquí presente.
Fernando José Núñez,
nace en la ciudad de León, el día 30 de julio de 1940. Es hijo de Dn. Julio
López Yáñez, y de Dña. Lucila Núñez Murillo. Habitó por mucho tiempo, junto con
su hermano Miguel, en la esquina opuesta al antiguo Mercadito Occidental de Zaragoza,
casa solariega de sus bisabuelos y abuelos, y a la que llegaba, el sacerdote y
poeta Azarías H. Pallais ▬los días lunes▬, para platicar, con el “cascarrabias” de su abuelo (me dice el propio
Fernando), Dn. Jacinto Núñez Prado; y agrega poniéndose un poco sentimental,
“...yo acompañé al padre Pallais, prácticamente desde los 5 hasta los 15 años.
Fueron como 9 ó 10 años hermosos, lo recuerdo como si fuera hoy... se queda
pensativo y eleva la vista al cielo estrellado, y musita: “el padre Pallais,
muere a las 6:00 de la tarde del 6 de septiembre de 1954”, enfatiza con cariño
y dolor, el maestro Núñez, y vi como en ese momento, se le enjugaron los ojos.
Y frotándose un poco, continúa: “que la primaria la cursó en la Escuela San
José, anexo al Colegio San Ramón Tridentino. Sus maestras fueron: Carmen Ortega
y Lolita Somarriba Arrechabala, luego pasó a la Escuela Superior de Varones
“Simón Bolívar”, teniendo como maestro a Dn. Enrique Jirón Balladares; pero, el
Canónigo Agustín Hernández Fornos, lo llevó al Dulce Nombre de Jesús, para que
cursara el 6º grado. También, me dice, que dio la Primera Comunión en San
Francisco, a los 7 años..., para bachillerase a los 16, en el Instituto
Nacional de Occidente, Máximo Jerez, en el tiempo del maestro José Trinidad Sacasa
Sacasa, cariñosamente llamado, “don Pepe” ─maestro de generaciones─, y al cual, le fue
dedicada la promoción, de aquel febrero de 1956, y recordando, añade... “que
recuerda muy bien a su condiscípulo, Denis Saavedra Berríos, hoy eminente
médico de esta ciudad de León”.
--Pero antes de
llegar al INO, estuvo en el San. Ramón: el 1º, 2º y el 3º año, pero este
último, fue a “medias”, porque se presentó un problema, Fernando ya era popular
por sus declamaciones y le decían, “el poeta”. Y lo designan un 12 de octubre ─exactamente el año de
1953─, para que declamara y dijera un discurso emotivo. Y me dice Fernando, ─Se celebraba el día
de la raza. Y resulta que no les gustó las “cositas” que dije de los
españoles... y por eso me querían expulsar. Pero fue el reverendo y director
Joaquín Ferragut, el que impidió que el padre Ramón Balverá, cumpliera con su
sentencia. Y entonces, “don Pepe Sacasa”, me mandó a llamar y me dijo, “que
para mí, estaban abiertas las matrículas del INO”; y efectivamente, allí me matriculé,
y terminé el tercer año, hasta bachillerarme en el año de 1956.
Evocando el pasado,
me resalta su amor que sentía por su mamá. Tenía una excelente comunicación con
ella. Era padre y madre para él. Y era tan ideal la comunicación, que ella le
decía que le preguntara cualquier cosa que no entendiera, con confianza. ─Mi mamita me
explicaba las cosas de la vida, del crecimiento, del desarrollo, era increíble.
Era mi maestra, mi amiga y mi madre.
─Mi mamá era
fantástica, yo le preguntaba sobre pasajes de la biblia, fragmentos de libros;
trozo de historias, fechas, personajes etc.
Y, yo, le voy agregar
esto, que es interesante: Ella era, también, la que le controlaba su biblioteca
privada y quien se la manejaba. Estableciendo el orden y la ubicación de los
libros de manera mental, ¡era extraordinaria mi mamita!”, afirma Fernando José.
Y a continuación me
relata algo que por esa memoria única, de él, me resulta algo admirable. ▬-Oíme, papa. No
fregué, te voy a contar sobre la fiesta de mi bachillerato. Eso fue
brillante... allí estuvo, recuerdo yo, el doctor... –y se detiene, respira e
inspira hondo, llenándose de aire los pulmones, como si fuera a hacer, el Do de
pecho, como cuando él canta sus áreas de ópera, o “Princesita” de José
Mojica... y repite--: allí... (como haciendo memoria), estuvo el Dr. Leonardo
Moreno, el Dr. Raúl Bermúdez Baca, el famoso periodista, Constantino González;
el Dr. Roberto Buitrago Castillo... ¡Esperate, que ahorita estoy iluminado !,
--respira y prosigue-- ...de Managua vino el Ing. Julio Vargas Pérez; también,
estuvo, el Dr. Noel Arguello Dubón y José Ramón Sacasa... y te cuento, fue pura
“etiqueta negra”...me la regaló el Dr. Gustavo Lacayo Pallais, cuatro cajas de
la “grandota” --recalca emocionado-, ─Oíme... yo me echaba uno, de vez en
cuando; escondido de mi mamá, ¡porque si no, ni quiera Dios, hombre... ¡Y
dejame decirte, que “don pepe” le dio permiso al internado para que asistiera a
mi bachillerato. ¡Eso fue apoteósico!
La comunicación que
tuvo con su mamá, fue igual como la que tuvo con el padre Pallais. Esto le
permitió, hacerle las mismas preguntas, lo que fue uniéndolo más y más, al
poeta y sacerdote, Azarías Henry Pallais... ─la H, es de Henry... acordate, me
recalca Fernando.
Fernando José Núñez,
participó también, en la Histórica Jornada por la Autonomía Universitaria en
1957, acompañando al Dr. Mariano Fiallos Gil., y recuerda, entre otros a:
Ulises Terán Navas, Eduardo Pérez Somarriba, Alejandro Serrano Caldera, Ramón
Molina y un Valdivia, de Chichigalpa, (grandes oradores estos dos últimos); e
indiscutiblemente a Carlos Tünnerman Bernhein, Denis Martínez Cabezas, Ernesto
Guerra y Alfonso Urroz.
La primera vez que
escuché, el nombre de Fernando J. Núñez, fue en el mes de agosto de 1959,
cuando los radio periódicos, de aquel tiempo y de esta ciudad de León, daban a
conocer la noticia, que el Br. Fernando José Núñez, se había asilado, junto con
Jaime Gabuardi Lacayo, en la Embajada Argentina de la ciudad capital. Y
recuerdo, que uno de aquellos noticieros, era el recién fundado, “Nicaragua
Adentro” del recordado periodista Armando Quintero Martínez, el que nació en la
Voz del Trópico de José María Silva --me dijo el Prof. Ramiro Carvajal-- y que
luego pasó a trasmitirse en Radio Circuito, de Armando Icaza Portocarrero, Ese
radioperiódico era el que nos daba aquella noticia, con el característico
“flash” de última hora... última hora...
El maestro Núñez,
estuvo en la Argentina 11 meses, luego pasó a San Salvador, El Salvador, en el
cual estuvo exactamente 2 años y un mes, nos cuenta el mismo Núñez.
Volví a escuchar este
mismo nombre en el mes Julio ─el 4 de julio exactamente de 1962-- y fue cuando,
me di cuenta, que junto con Guillermo (Pitillo) Lanzas, y el maestro Fernando
Parajón Chacón, acompañándoles también, Ramón Figueroa Gallo, niña Leticia
Boniche Vázquez, Antenor Sandino Hernández, María Luisa Cortés Avendaña y
Héctor Sánchez Arguello, había fundado la Biblioteca Pública “Dr. Santiago
Arguello”, la que se hallaba situada, en ese entonces, frente al costado oeste
del antiguo Instituto Nacional de Occidente “Máximo Jerez”, el cual a su vez,
estuvo contiguo a la Iglesia de San Francisco, de esta “Ciudad Universitaria”,
y que hoy es el Hotel El Convento. Luego asistí, al Homenaje a Simón Bolívar,
el 16 del mismo mes y año, y allí, repartió una carta de amor de El Libertador,
a su prima Fanny; carta que también, repartió en casi en todo León, en número
de mil volantes, carta que se la oí declamar soberbiamente.
Al igual, que por
primera vez, tuve la oportunidad de escucharlo pronunciando un discurso, y eso
fue el 19 de julio, siempre del mismo año 62... Fue un discurso vibrante y
lleno de patriotismo, ante los restos mortales de Carlos Nájar, acompañante de
Julio Alonso Leclaire y recién bajado de la montaña. Carlos Nájar fue asesinado
en su casa de habitación cuando “chineaba” a su niño de pocos meses de nacido. Y Fernando ▬esa tarde▬ se alzó con su
potente voz en el atrio de la Insigne Basílica de Catedral de la Asunción de la
Bienaventurada Virgen María, exactamente, donde se encuentra un farol, en el
costado Noroeste, y yo que me encontraba en la esquina opuesta de El Sesteo,
asido, al tubo de una señal de Alto, que había allí mismo, escuchándolo, en esa
famosa esquina leonesa.
Fue un discurso increíble, portentoso. Y,
lo que me llamó más la atención o más bien, lo que me impresionó, fue la
elocuencia con que lo expresaba, y sobre todo, con ese lenguaje que cautiva,
como es el lenguaje preclaro, encendido y patriótico. Y lo digo aquí,
categóricamente, que ese hecho, fue uno de los que marcó mi sensibilidad y
espíritu de joven. Cuando, esa tarde, ▬en la que suspiraba un viento triste y
trémulo▬ y una honras fúnebres con gente que acompañaba al féretro, se movía con
un paso lento y compungido, pero marcándolo con firmeza doliente...
Y de pronto, se oyó el trueno de una voz,
que en esa tarde, sellaría con ese histórico discurso, mí quehacer intelectual,
poético y político, de un joven recién nacido al mundo público, y que ese
discurso, era pronunciado por un brillante intelectual que venía desde el
exilio, a hacer labor cultural, y cierto, que por muchos años, la ha realizado
en este León querido.
Quiero relatarle a
continuación, esta anécdota. Cuando Fernando estaba en San Salvador, El
Salvador: ─Allí era conocido como Luis─, y el famoso, Schafik Jorge Handal
Handal, le dijo: “Vé, ‘Chocho: A vos te toca una labor intelectual, ciudadana y
cívica. Vete a tu Patria, y a tu querido León, y elevá, la cultura de tu
pueblo, con amor y patriotismo... ¡Vé, Chocho, esto hay que hacerlo ya...!”. Y,
en 1962, se aparece en esta ciudad, Santiago León de los Caballeros, Fernando
José Núñez.
Y llegando, funda, la
Biblioteca pública Dr. Santiago Arguello, y edita Alma Centroamericana, la que
tuvo muy buena aceptación. Pero, siempre, lo mismo, por difícil situación
económica, no pido seguir difundiéndola. Y, aunque no está físicamente la
biblioteca, él sigue instruyendo, orientando y colaborando con los muchachos
estudiantes, de los últimos años de bachillerato, con las investigaciones
bibliográficas, para presentar sus respectivas Monografías.
Y al respecto me
dice, Luis Solís Benavides... “es que a Fernando lo que preguntés, él te lo
contesta, te lo explica, te lo discute ─porque es un gran discutidor─, es en definitiva,
una Enciclopedia Andante”. O, una Biblioteca Andante, como dice el doctor y
poeta Juan Centeno. Fernando, indiscutiblemente, que es un talento. Y lo dijo
el mismo Dr. Edgardo Buitrago Buitrago, “Fernando es un talento...
Y, afirmo, que con
Fernando J., he bregado en el mar tumultuoso de la incomprensión, de los
sinsabores, de las traiciones... y le he acompañado en decenas o centenas de
aventuras. Unas, que le han tendido su abrazo fraterno; otras de un gusto acre,
y qué, entre esos altibajos, el poeta Núñez, ha sabido enfrentarlos.
A propósito, del
vocablo poeta. Él al oírlo, inmediatamente riposta: ¡”Yo no soy poeta, a mí me
encanta la poesía!... Porque, desde mis tiempos que acompañé al padre Azarías
H. Pallais, he vivido sobre los libros, como un apasionado lector y un
perceptivo estudioso de la cultura... y de la poesía... de la historia, la
filosofía... y de las manifestaciones de la sensibilidad humana. Creo que soy
buen orador, declamador y buen crítico... he leído algunos cuantos
libritos...”, modestia y aparte, apunta Fernando J. Núñez, bien irascible.
Y, en esta noche, le
digo a Fernando J. Núñez: sempiterno soñador, perpetuo sacerdotiso del altar
mayor del dios Baco; polémico, discutidor, controversial, pleitisto... ¡Tú,
Fernando, te mereces esto y mucho más!... ¿Una pensioncita? Eso ya lo he oído
hablar, pero todo... ha quedado en las páginas del recuerdo, de una gaveta.
¿Por qué no, una vivienda para vivir tus dignos sueños...? Pero nadie ha puesto
oído, a esta...
Quiero expresarte con
júbilo, que es a partir de la inauguración de la biblioteca, aquel 4 de julio
de 1962, es que se inició, de manera sorpresiva, la visita de una muchachada
inquieta: Unos, del Instituto Nacional de Occidente; otros de los grupos de
muchachos del sector de la Capilla San Juan de Dios, o del popular barrio El
Laborío, de Sutiava, del Sagrario, (entre otros). Y, empezamos a participar en
los actos culturales. Allí se rendía homenajes a todos: poetas, músicos,
escritores, pintores, y grandes personalidades. Creándose así, La Galería de
Hombres Ilustres. Yo, logré llegar a convertirme, en una especie de secretario
de dicha biblioteca. Y vienen a mi mente, nombres apreciados, como los de Edwin
Reyes Vanegas, Mario Za mora Mario Mendoza Medina, Marcos Midence, Gustavo
Sáenz, José Saravia, Fulvio Palma Mora, Armando Reyes, Donald Midence, Robertín
Valladares, Oscar Delgadillo y Ciro Orozco Berríos.
La galería se fue
nutriendo, poco a poco, y llegó a contar con casi todos los poetas y
personalidades de León, Nicaragua y del mundo, a los que se le rendía
admiración, en este Templo de la Cultura. Sería de no acabar nunca, si me
pusiera a nombrar a todos los hombres ilustres, que recibieron homenajes de
parte de la biblioteca, Dr. Santiago Arguello. . Pero sí quiero, antes de
concluir, mencionar, los funerales del poeta Chorotega, Antenor Sandino
Hernández, que en capilla ardiente, se le rindió un homenaje muy sentido en la
biblioteca. Estuvo presente, Monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes. tomaron la
palabra, los poetas Dn. Joaquín Sacasa Sacasa, Edmundo Icaza Munguía, Adolfo
Isaac Sánchez Hernández, Máximo Guillermo Alonso; y claro, sin faltar, sus
amigos fraternos, Orlando Agüero, Raúl Martínez y Luis Solís. Todos, le
acompañaron en las exequias y homenaje póstumo que se le tributara, en la
biblioteca, al poeta, Antenor Sandino Hernández.
Y, le digo a
Fernando, que estar con él, es pasar un día intelectual inolvidable, él
contesta a cada pregunta, declama y es jocosa su conversación, matizada de
humor sano.
¡Salud, Fernando
José!
Sólo me resta,
cumplir, con un deseo de Fernando: “acordate de mencionar al Dr. Modesto
Armijo, buena persona el maestro. Al fraile Franciscano, Modesto Baquero, al
periodista Dagoberto Sáenz, y los apreciados músicos ¡hombré!... a Luis A.
Delgadillo, un pianista maravilloso; al virtuoso del “chelo” Dn. Josías Sáenz;
al maestro del violín y la bandolina Dn. Panchito Reyes. A Mundito Arguello, buena
gente, y a Toto Quintanilla.
Bueno, creo que he
cumplido, con los deseos de los organizadores y del propio Fernando. Yo,
felicito a la Asociación de Amigos, y a la misma Alianza Francesa de León, por
la Actividades Culturales que vienen desarrollando. ¡¡¡Muchos éxitos les
deseo!!! Buenas noche fiel auditorio.
Autor: Edmundo Icaza
Mendoza. 3:28 a.m. del día martes, 27 de marzo de 2012. Colonia 4 de Mayo.
Barrio de Zaragoza.
Leído en el local de
la Alianza Francesa de la ciudad de León, Nicaragua a las 7:20 de la noche del
1º Junio-2012.
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