lunes, 21 de noviembre de 2016

EN UNA CASA DE UNA PARED (De Mi Poemario)



EN UNA CASA DE UNA SOLA PARED

         ¡Quién sabe... la Hora que era!

***
Apareciste desde la oscuridad adentro
de un lugar que no era calle, no era patio,
pero era un sitio, yo te vi, claro...
cuando yo estaba asomándome
a una ventana de una casa
"una casa de una sola pared”,
que ventilaba aire renovado,
que corría alegre,
regocijado, ─ y me fijé en tus dos gallardías,
grandes que terminaban en picos de montañas─
y yo que apuraba susurros suaves al absorber
palpitaciones de vida de la que yo mismo vivo.

Te acercaste a la ventana a la altura de tu cintura,
de la “casa de una sola pared”,
tu rostro irradiaba delicadeza, y tus manitas,
de angelical fineza, las posaste en el marco,
para que yo las tocase.

Y sentí que mi vida se iba para arriba,
y la ensoñación tocó el contento
y la lozanía el gozo
y la euforia la animación,
y juguetona y risueña mi vida,
jubilosa,
vivaz, te besó.

 Y me fijé en esos vértices y los quise absorber
con la delicadeza de la piel de labios puros,
tacto fino, delicado, generadores de sensación
de gloria,
gloria de cielo para el candor atraer,
en la fineza de mis emociones enternecidas.

¡Y, yo, que me asomaba... en una ventana
de una “casa de una sola pared”!

Edmundo Icaza Mendoza.
3:18 a.m. 9 de abril de 2015
Col. 4 de Mayo. Zaragoza.


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